Lagunas de Ruidera
El libro más famoso escrito en nuestra lengua nombra en sus páginas cinco veces Campo de Montiel y aparecen en él la Cueva de Montesinos y las Lagunas de Ruidera. Hoy elegimos burro o caballo y acompañamos a Don Quijote y a Sancho en su camino por estas tierras a medio camino entre Ciudad Real y Albacete. Empezamos la ruta en la laguna de San Pedra, pasamos por el Castillo de Rochafrida y llegamos a la Cueva de Montesinos. En el camino nos habremos encontrado una antigua venta, los restos de un molino, una ermita y bosques de hoja caduca.
En Caminantes
Esta ruta se puede escuchar en el podcast de Caminantes en Radio 5 (RNE).
Caminantes en Radio 5
Datos de la ruta
Nombre: Ruta de lugares descritos en El Quijote en el entorno de las Lagunas de Ruidera en el término municipal de Ossa de Montiel. Es una ruta inédita que se ha realizado con motivo de la Segunda Edición del Certamen Campo de Montiel Abierto
Duración: 12 kilómetros.
Recorrido: Partimos de Laguna de San Pedro, pasamos por un molino harinero y una nogaleda y subimos al castillo de Rochafrida. Desde allí llegamos a la cueva de Montesinos, y volvemos a la Laguna de San Pedro por la ermita del mismo nombre.
Lagunas de Ruidera
Empezamos en las Lagunas
La ruta empieza en el aparcamiento que hay al lado de la Laguna de San Pedra o San Pedro, uno de los 15 estanques de las lagunas de Ruidera. Cruzamos una barrera tobacea, que son pequeñas barreras de toba formadas por carbonato cálcico que remansan el agua de la laguna. Normalmente están protegidas en Ruidera, sin embargo, esta soporta varias construcciones y tiene una camino hecho. Caminamos por la vertiente del Alarconcillo, uno de los arroyos que vierten el agua a la laguna y llegamos, pasando por un molino harinero y una nogaleda hasta el Castillo de Rochafrida.
Lagunas de Ruidera
El Castillo de Rochafrida
Solo se conservan algunos restos de este castillo de origen musulmán pero sus muros nos hablan de historias y leyendas algunas de ellas recogidas en el Romancero Medieval como el Romance del Conde de Montesinos y Rosa Florida.
Esta mujer, muy pretendida por varios caballeros, se enamora perdidamente del Conde de Montesinos sin conocerlo, solo por las cosas que escucha sobre él. Le escribe una carta a Francia para pedirle que vuelva a casarse con ella y así lo hace.
Después de visitar el castillo descendemos y seguimos nuestro camino hacia la Cueva de Montesinos pasando por una venta nombrada (se cree) en El Quijote. Es la venta que visita el ingenioso hidalgo después de estar en la cueva. Subimos por una carretera durante un par de kilómetros y llegamos a la Cueva de Montesinos.
Castillo de Rochafrida
La cueva de Montesinos
Es una cueva muy importante desde el punto de vista literario porque aparece en el capítulo XXIII del Segundo Libro del Quijote.
En la cueva encontramos calcita, la caliza cristalizada. Estas incrustaciones de calcita es una de las características de la cueva junto con un río subterráneo formado por el agua de la lluvia que se acumula en la parte más baja de la cueva y las estalactitas y estalagmitas, algunas de grandes dimensiones. No solo la geología y la literatura son importantes en esta cueva. La comarca ha estado habitada desde el Paleolítico Inferior y esta cueva se han encontrado huellas de esta época, monedas romanas o el rastro de los arrieros que se refugiaban en ella.
Ahora sí, ahora hablamos de literatura, de los capítulos 22 y 23 de la segunda parte del Quijote. Cuando estaban en las bodas de Camacho en un pueblo cercano, que se asocia muchas veces a Villanueva de los Infantes, Don Quijote conoció la existencia del fantasma de la cueva de Montesinos. El caballero que quería hacer actos heroicos para conquistar a su amada, a Dulcinea del Toboso, decide que tiene que venir a la cueva. Quedan con un guía y compran 100 brazadas de cuerda. Don Quijote, después de desbrozar la entrada de la cueva y de acabar en el suelo porque empiezan a salir de esta cuervos, grajos y murciélagos, entra solo. Fuera se quedan el guía y Sancho que le van dando cuerda. En principio se escuchan sus voces, pero llega un momento en el que dejan de oírle y la cuerda pierde la tensión. Cuando Sancho y el guía habían perdido la esperanza de volver a verle con vida, empiezan a recoger la cuerda hasta que esta se vuelve a tensar.
Entre estos personajes estarían el Caballero Durandarte, un primo del conde de Montesinos, herido en la batalla de Roncesvalles que antes de morir le pide a su primo que le arranque el corazón y se lo lleve a Francia a su amada, la dama Delerma. También en la cueva está el escudero de este señor, convertido en un río subterráneo: el Guadiana y Ruidera y sus hijas y sobrinas transformadas en Lagunas.
En el libro se dice lo siguiente:
—Dios os lo perdone, amigos, que me habéis quitado de la más sabrosa y agradable vida y vista que ningún humano ha visto ni pasado. En efecto, ahora acabo de conocer que todos los contentos desta vida pasan como sombra y sueño o se marchitan como la flor del campo. ¡Oh desdichado Montesinos! ¡Oh malferido Durandarte! ¡Oh sin ventura Belerma! ¡Oh lloroso Guadiana, y vosotras sin dicha hijas de Ruidera, que mostráis en vuestras aguas las que lloraron vuestros hermosos ojos!
Cueva de Montesinos
Volvemos a la Laguna.
Después de visitar la cueva, descendemos por la cuesta de la Almagra hasta la ermita de San Pedro de Verona. Desde aquí, transitamos por una carretera estrecha con bosques de hoja caduca hasta llegar a la Laguna de San Pedra de nuevo. En su piscina natural decimos adiós a esta tierra repleta de historia, paisajes, leyendas y literatura, aunque sobre todo, repleta de Quijotes.
Lagunas de Ruidera
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