Tomado de ACN
Para el abogado constitucionalista venezolano Hermann Escarrá Malavé, miembro de la Comisión Presidencial que prepara la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), la Revolución se lo está jugando todo con esa iniciativa para alcanzar la paz.
El también co-redactor de la Carta Magna de 1999 –que abrió paso a la Quinta República en Venezuela–, afirmó que el proceso constituyente va a ser muy complejo, pero favorable para su país porque ha sido capaz de aglutinar a las fuerzas chavistas y bolivarianas.
Agregó que el mandatario Nicolás Maduro –quien fue constituyente en 1999– tomó la iniciativa y ha impuesto la agenda, lo que lo coloca a la ofensiva ante una oposición más agresiva, con mayor poder económico y bélico, y muy violenta.
A Chávez le hicieron una manifestación de más de un millón de personas antes del golpe de Estado del 2002 y no lo sacaron del poder; ahora, luego de varias semanas de acciones violentas y terroristas en algunas ciudades de Venezuela, no han logrado movilizar a esa cantidad de personas, aseguró.
Para Escarrá Malavé, esta es una batalla mucho más feroz y delicada porque en 1999 Chávez tenía un liderazgo que gravitaba de tal manera que era imposible pensar que no ganara.
Tenemos una guerra interna y externa en el orden económico que perjudica al país en lo social y crea un malestar colectivo, cuestión que aprovecha con gran sentido de utilidad práctica la oposición y lo devuelve contra el gobierno como quien lanza una piedra, añadió.
Sin embargo, subrayó el criterio de que la Revolución se lo está jugando todo para alcanzar la paz y lo graficó con versos del poeta Ernesto Luis Rodríguez, “Rosalinda”, que describe un juego de dados y un llanero que lo apuesta todo, hasta a la mujer de la que está enamorado: “voy jugando a Rosalinda,/ y el dado en la noche linda/ me devolvió mis corotos!”; y él gana.
Recordó que los comicios para elegir a los constituyentes son a finales de julio, y el próximo miércoles comienzan las postulaciones para elegir a los 545 integrantes a la ANC, de ellos 364 mediante la elección directa y secreta en circunscripciones electorales y 181 elegidos por sectores, entre ellos ocho representantes indígenas, cuatro estudiantes, ocho campesinos y pescadores, cinco empresarios, cinco personas con discapacidad, 28 pensionados, 24 consejos comunales y 79 trabajadores.
Cada candidato deberá recoger firmas equivalentes al tres por ciento del total de votantes de su circunscripción electoral para presentarlas como respaldo y validar así su candidatura ante el Consejo Nacional Electoral.
Será una elección por circunscripción electoral –que no se modificarán–, y también por sectores, como quería Chávez hace casi dos décadas, y que solo se logró con los pueblos indígenas, que desde entonces tuvieron representantes en la Asamblea Nacional.
En términos conceptuales, explicó, el proceso constituyente de 1999 tuvo por objeto derogar la Constitución anterior y sustituir el concepto de democracia representativa por el de participativa y protagónica, a través de instrumentos como los referendos constituyentes, constitucionales, consultivos, revocatorios o abrogatorios.
Se trata ahora de una nueva constitución, pero sobre los pilares de la doctrina y estructura de la de 1999, que son el legado de Chávez y la Revolución Bolivariana, aclaró.
Los constituyentes ampliarán las líneas que están descritas en la convocatoria del Presidente Maduro, la primera de ellas es ganar la paz con un diálogo emanado del pueblo, en el marco de un escenario que busca la transformación del Estado y la reforma del sistema jurídico, señaló.
Entre los puntos que el abogado bolivariano considera imprescindibles está estimular, a través de nuevas normas jurídicas, una economía no petrolera e incorporar a la Carta Magna los programas sociales y misiones, los nuevos actores como las comunas y los consejos comunales, en la profundización del Estado social para abarcar la forma socialista de organización de la sociedad.
Cuando redactamos la de 1999, fuimos humanistas y poetas, pero no prácticos en establecer instrumentos y mecanismos de defensa de la Constitución; nunca nos planteamos un “carmonazo”, con el golpe de Estado del 2002, o eventuales rupturas del orden constitucional, de allí la necesidad de proteger la Ley de leyes, reiteró, y aseguró que la estructura de la Constitución no será cambiada.
Desde que el Presidente Maduro convocó a la constituyente el pasado primero de mayo, invocando el artículo 348 de la actual Constitución, han sido numerosas las críticas de la oposición que tilda de “golpe de Estado” al proceso y de “dictador” al mandatario, desconociendo lo que establece la Ley.
Según el integrante de la Comisión Presidencial, los pocos que han salido a criticar la Constituyente desde el Tribunal Supremo de Justicia no lo hacen a fondo, lo que dicen es que no es pertinente o apropiado para este momento, sino que habría que actuar en otra dirección.
Pero el proceso hay que entenderlo como una salida para alcanzar la paz, enfatizó.
Otro de los cuestionamientos realizados es por qué no realizar un referendo para saber si el pueblo quiere la constituyente o no, a lo que el abogado bolivariano señaló que son cuatro las iniciativas para convocar a este proceso: el 15 por ciento del pueblo; con las dos terceras partes de los municipios en cabildos abiertos; con dos terceras partes de los integrantes de la Asamblea Nacional; o el presidente en Consejo de Ministros; sin embargo cualquiera que hubiera sido la iniciativa, ninguna tenía por qué plantearse un referendo.
Añadió que la interpretación constitucional puede ser muy diversa, pero la prevalente es la llamada originalista, la que se hizo en 1999 y cuando se va a las actas para ver cómo se elaboró, en dos ocasiones se propuso que hubiese referendo para llamar a la Constituyente y en ambos casos fue rechazado por el pleno de la Asamblea.
Al dialogar sobre qué se espera de la ANC –que será juramentada en el lapso de 72 horas tras las elecciones– comentó que los constituyentes trabajarán en comisiones para hacer los cambios necesarios a la Carta Magna, bajo la guía de un presidente que será electo en la primera sesión plenaria que se realice.
Aclaró que la elección del Presidente de la ANC es muy delicada porque tendrá más poder que cualquier otro mandatario en la historia republicana de Venezuela, pues estará investido del poder constituyente originario, con mandato sobre todos los poderes del país: legislativo, ejecutivo, judicial, etc, será el superior jerárquico de las Fuerzas Armadas y con prerrogativas hasta para destituir al Presidente de la República.
Respecto a que la oposición se sume a la Constituyente, reconoció que no todos se han manifestado favorablemente, pero 17 de los que se agrupan en la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática ya lo han hecho, y hay noticias de que algunos de los más votados –incluidos los más violentos– están dispuestos a sentarse a conversar.
Antes de concluir el diálogo con este reportero, Hermann Escarrá reiteró su deseo de integrar por segunda ocasión en su vida la ANC.
No es un problema de fe o esperanzas en el triunfo de julio, es cuestión de que todos trabajemos mucho, porque el tiempo es poco, aunque en ese lapso El Libertador Simón Bolívar hizo la Campaña Admirable y liberó el occidente de la nación en la Guerra de Independencia, acotó.
Poco antes de despedirnos, ya con la grabadora apagada, surgió un nombre: Carlos. Vinieron entonces los recuerdos y la obra de su hermano, diputado, chavista consumado, militante del Partido Comunista y del Partido Socialista Unido de Venezuela, fallecido hace poco más de cinco años, cuando era Procurador General de la República.
Hermann Escarrá Malavé no vaciló un segundo en responder que Carlos, como él, hoy estaría en medio del proceso constituyente y respaldando a la Revolución Bolivariana.
“Todos tenemos que hacer ahora nuestra Campaña Admirable”, convocó antes de afirmar que apenas regrese a Caracas se incorporará a esa batalla y a ponerle 30 horas al día; no es tiempo de aflojar porque se juega a Rosalinda, la Revolución Bolivariana.
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