Con la salud no se juega ¿Prevenir o Lamentar?

Es difícil ayudar al organismo a soportar los estragos que origina el paso del tiempo, no obstante, el ritmo de ese envejecimiento depende de nuestra conducta y puede ser acelerado o lento de acuerdo a nuestros hábitos y/o  estilo de vida.

Nuestro organismo tiene defensas naturales que impiden algunas enfermedades y nos curan de otras. Este sistema de defensas es el Sistema Inmunológico a veces falla, por lo que necesitamos medicamentos para combatir la enfermedad o vacunas preventivas para el desarrollo de las mismas, de allí la importancia de las campañas de vacunación masiva que se realizan.

La mejor manera de evitar las enfermedades es la prevención a través de:

Hábitos saludables:

• Alimentarse con una dieta completa y equilibrada.
• Evitar sustancias nocivas como drogas, alcohol y tabaco.
• Según las condiciones en que se encuentre la persona, realizar ejercicio físico adecuadamente.
• El descanso es imprescindible y por tanto dormir las horas necesarias para ello.
• Controlar el estrés y la angustia: sabemos que el ritmo de vida y los niveles crecientes de exigencia generan estas patologías, por ello es conveniente realizar actividades al aire libre, hacer técnicas de relajación, ejercicios de respiración e ir a  consultas con especialistas como psicólogos o psiquiatras.
• Mantenerse con una actitud positiva ante la vida, estar alegre y de buen humor, incluso distintas terapias como la de la risa o el abrazo tantas veces como se pueda permite estar fuerte  ante agresiones externas.
• Mantenerse delgado ya que algunas de  las células que atacan al sistema inmunológico se encuentran en la grasa acumulada en nuestro organismo.
• Evitar la exposición al sol además de usar bloqueadores solares aunque no haya una exposición directa.
• Atender la salud bucal.

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Hábitos saludables para prevenir las enfermedades infecciosas:

• Tener una adecuada higiene personal ya que a través de la piel o  la boca se desarrollan bacterias y microorganismos que afectan la salud.
• Lavar, manipular y conservar los alimentos.
• Realizar una adecuada higiene ambiental en el hogar con regularidad  utilizando productos adecuados para tal fin.
• Realizar una apropiada higiene además de revisar la salud de los animales domésticos permanentemente.
• Vigilar la exposición a focos infecciosos como son los contenedores de basura, las aguas residuales, etc.

La vacunación, buena para la salud.

En el primer año de vida deben colocarse las vacunas a los bebés para proporcionarles una sólida protección contra enfermedades que eran recurrentes en el pasado como la tuberculosis, la difteria o el tétanos, también existen  otra cantidad de vacunas que se colocan con refuerzos cada cierto tiempo como la poliomielitis, la meningitis, etc.

Además de la vacunación infantil hay vacunas para evitar contraer enfermedades provenientes de otros países como la de la fiebre amarilla. Es muy importante realizar el control de las vacunas, por esta razón la Organización Mundial de la Salud realiza campañas de alto costo para erradicar enfermedades que en muchos casos son mortales como la viruela que en 1.980 a través del programa de vacunación mundial fue erradicada.

La prevención de las enfermedades van desde la toma de precauciones en el hogar y medio ambiente hasta las costosas campañas internacionales para eliminar enfermedades, por ello tenemos el deber de hacernos revisiones médicas periódicas de forma que se puedan detectar padecimientos y hacer tratamientos anticipados para disminuir el peligro de tener males mayores. Así mismo, debemos concienciar a las personas a expandir estos conocimientos de manera que podamos erradicar de manera definitiva todos los padecimientos que adolecen al ser humano.