Con la teta hemos topado

María Lactans, Rubens

Hoy me permito la osadía de plagiar con todas las de la ley para el título de mi entrada, el nombre del fantástico blog de nuestra querida Teta Reina. Espero que no te moleste. Pero ilustra a la perfección mis sentimientos ahora mismo.
Los debates electorales me aburren, de hastían y me provocan somnolencia así que intento huir de ellos. Sinceramente creo que poco de lo que se dice en una campaña electoral termina convirtiéndose en una realidad, haciendo gala de aquello que se dice de "puedo prometer y prometo". Pero cuando en la misma campaña electoral empiezas a oir sandeces y afirmaciones fuera de lugar entonces pienso, "uf, qué mal vamos".
Otras mamás ya han hablado del "otro debate electoral" vivido en las redes sociales hace unos días a propósito de la conciliación laboral , así que no me voy a repetir. Podéis leer el resumen de dicho debate aquí y la entrada de Belén que creo que resume perfectamente el sentir popular de las mamás aquí en el mundo blogueril.
Pero no quería dejar pasar la ocasión de poner el acento en una "gran frase" (he censurado mis propias palabras): La recomendación de la OMS (en referencia a la lactancia materna) no es un dogma ni un derecho básico del niño.
Primer punto, da igual que fuera un dogma, hay quien no cree en nada, cosa que posiblemente no le iría mal a más de uno, pero la OMS está ahí para algo, y digo yo que no se inventa lo que dice. Punto dos, si no es un derecho del niño que su madre al menos intente alimentarle y transmitirle el calor más humano que existe, que penita de mundo. Volvemos a lo de siempre, no estoy estigmatizando a las madres que no quieren o no pueden dar el pecho pero muchas son las voces de expertos que sí que creen que es un derecho del niño y que es la mejor (no la única) pero la mejor opción para un bebé.
No voy a repetir mis ideas sobre la lactancia materna, los que me seguís fielmente ya las conocéis, pero solamente quería aportar una frase que leí hace poco en un libro de historia de las mujeres en referencia a las trabajadoras de las fábricas rusas del siglo XIX:
En algunas fábricas rusas se permitía a las madres que dieran el pecho a sus hijos, pero se les descontaba dinero por el tiempo que empleaban en ello. 1
Que cada cual saque sus propias conclusiones. Quizás de aquí un rato me arrepienta de haber escrito estas palabras pero creo que necesitaba ser coherente con mis creencias.
______
1. Historia de las mujeres, una historia propia, Bonnie S. Anderson y Judith P. Zinsser. Pág. 750