7 bolsos, 14 camisas, 10 vaqueros, 8 faldas, 6 abrigos, cientos de medias, 4 pares de botas, otros tantos zapatos, deportivas de ayer, de hoy y de mañana. Crema de día, crema de noche, contorno de ojos, tónico, toallitas, desmaquillador al agua, leche para desmaquillar de nuevo, crema para las arrugas…
Tener y tener y tener. Y no ser capaz de sustituir, eliminar, arreglar, regalar o reciclar. Todo nuevo. Cada vez más. Y lo mismo te hablo en las cosas personales como en la cosas laborales. Ya no somos capaces de eliminar para poder así hacer espacio a todo lo nuevo.
La vida cambia. Las circunstancias cambian. Los trabajos ya no son para siempre. Ahora, se trabaja por proyectos y, sinceramente, es mucho más motivador, más ameno y menos aburrido. Posiblemente también es más trabajoso pero eso es lo bueno: aprender, crecer, mejorar y no sentirse estancada. Pasan los años y pasan contigo. No como antes que, pasabas 30/40 años en el mismo trabajo y todo era igual. Nada a lo que aspirar, nada por lo que luchar, solo pensando en tener, en comprar y en heredar.
Cosas buenas, simples, sencillas, económicas que te pueden dar más, si estás dispuesta a asumir que así sea:
1.- La crema de Nivea ( lata azul ) que sustituye a cualquier crema de farmacia para pieles atópicas, sensibles o con eczemas. = Hidratación.
2.- Un pañuelo de algodón que sustituye a los discos desechables o toallitas desmaquilladoras desechables. = Limpieza.
3.- Pañales de tela que sustituyen a los desechables de plástico anti transpirables total. = Ahorro.
4.- Cremas Carla Bulgaria Roses Beauty que sustituye a cualquier crema carísima de calidad suprema a un precio increíblemente asequible. = Bienestar.
5.- Formación abierta y totalmente gratuitos a través de plataformas como Miriada X, totalmente recomendada y avalada. = Conocimiento.
6.- Cambios educativos gracias al empeño de personas como Mireia Long y Azucena Caballero a través de La Pedagogía Blanca. = Cambios.
7.- Un paseo por la playa + picnic con merienda en vez de un fin de semana en un balneario de lujo. = Relax
8.- Un libro dedicado en un paraje cercano, en el que dispongas de árboles a los que abrazar y hierba en la que poner tus pies descalzos. = Conexión.
9.- Un hermosa libreta en la que escribir un proyecto, una idea, un deseo para poder establecer qué pasos necesitas para llevarlos a cabo. = Metas.
10.- Flores frescas en tu casa, como norma fija, para que la vida, el aroma y el color te acompañen siempre al entrar, al salir, al pasar por allí. = Sensaciones.
¿Cómo puedes saborear estas situaciones sin sentirte pobre por no tener un vida de lujo como la que te venden en la televisión o en la revistas semanales?
Siendo sincera contigo misma. A todas nos gustaría la crema de caviar, en un spa de lujo, rodeadas de manos que nos masajean y nos tratan como reinas. No lo descartes. No dejes de soñarlo porque, quién sabe, si algún día la vida te dará un premio como ese. Mientras tanto, difruta el camino a ese objetivo. Si tu objetivo es tener una vida así, o poder permitirte esa especie de caprichos, da los pasos necesarios para llegar a ello.
Lo que no puedes es esperar a disfrutar cuando llegues al destino. Debes disfrutar del camino, de los pasos a dar,de como avanzas, de como caes, de como te vuelves a levantar. De esos meses de mierda que hacen que el fin de mes sea el día 10 y de esos días en los que, aún apeteciendote ir en bus por cansancio, tienes que escoger entre el billete de bus o la barra de pan.
Ahí! En ese momento! Ahí es en donde debes dar marcha atrás a ese chip que te amarga.
Ahí justo!
Ahora es cuando debes decir: “Vale. Hoy escogeré la barra de pan por mucho que me duelan los pies gracias a estos tacones de plástico, pero mañana, en mi bolso/mochila meteré unas zapatillas deportivas y me haré el viaje de ida y vuelta al trabajo a paso rápido, con mi mp3 en las orejas y una canción cañera que me suba la adrenalina hasta las cejas”.
Y el siguiente propósito será un solo par de zapatos o un solo par de zapatillas, de muy buena calidad y en época de rebajas. Así, con menos gastos, tendrás más servicio y mejor calidad en tus pies (3 pares de zapatos de 29,95 son 89,95 euros. Si en rebajas me compro unos zapatos de piel, a 69,95 porque eran de 120 euros, salgo ganando y aún me sobra para invertir en las zapatillas deportivas, añadiendo 30 euros más).
La cuestión no es lo que tengo ya sino analizar lo que realmente necesito, cómo lo necesito y cuándo lo necesito. Vaciar el armario mental y ser sincera, de corazón.
¿Todo lo que tengo, lo tengo porque quiero yo o porque llegó a mi vida a través de imposiciones sociales, familiares y laborales?