Me gustaría mirar el mundo con los ojos de una niña, inocente y curiosa, sin segundas posibilidades rondándole en la cabeza en cuanto algo no sale según lo planeado.
Me gustaría mirar el mundo con ojos de niña y encontrar encanto en la lluvia y en el viento, incluso cuando estos me empapan la ropa o azotan mi cara.
Me gustaría mirar el mundo con ojos de niña, plantarme tacones, pintarme los morros y cantar, bailar, zapatear, girar y dejarme llevar ante mi público invisible sin que me importe el "qué dirán".
Me gustaría mirar el mundo con ojos de niña y, así, apreciar la belleza de las cosas simples y que esa bola rosa de plastilina me pareciera un rico caramelo relleno o que el dibujo de un castillo me llevase a otras épocas y me convirtiera en la dama más valiente de todos los tiempos...Me gustaría mirar el mundo con ojos de niña y darme un baño de espuma en mi bañera, rodeada de estrellas de mar y bonitos corales, mientras escucho el canto de las sirenas y los silbidos de los delfines.Me gustaría mirar el mundo con ojos de niña, y reírme bien fuerte y alto porque sí, hasta que me duela la pancha de tanta carcajada y me obligue a caer rendida en el suelo.Me gustaría mirar el mundo con ojos de niña, y vivir feliz sin la necesidad de plantearme sobre el mañana, y navegar en la inocencia pura de quien no tiene ni conoce segundas intenciones, imaginando que todas las personas tienen el alma limpia y muchas ganas de querer sin más.Me gustaría que la maldad fuera un mal sueño, que la simplicidad de las cosas reinara en el día a día de la raza humana, que no existieran conductas deleznables, ni actitudes malignas ni crueles, ni la necesidad de hacer daño porque sí.Me gustaría que cada cual mirase su ombligo para preocuparse por hacer lo que se supone que debe hacer, pero no por mero acto de egoísmo, y que además tuviéramos la capacidad de mirar a los demás con ojos de colaboración, ayuda desinteresada y bondad verdadera.Creo que entonces, y sólo entonces, yo podría mirar el mundo con ojos de niña y sonreír sin parar.