Cuando visitó al urólogo, desanimado y errático, fue rápidamente reconfortado:
"Tranquilo, ahora la ciencia combinada con la técnica, pueden solucionar cualquier problema".
Le entregó un muestrario en el que había un pene pequeño a 1.500€; uno mediano a 3.500€y uno grande a 6.000€. El hombre desechó el pequeño y dudaba entre el mediano y el grande. Mientras pensaba, el facultativo le dijo que sería conveniente que lo consultara con su esposa. Le pareció un buen consejo y llamó a su esposa para explicarle las opciones.
El médico, al regresar al consultorio, encontró al hombre mirando hacia el vacío con una mirada triste.
"Dice que, para lo poco que lo usamos... prefiere reformar la cocina".