¿Con qué frecuencia debo entrenar?

Esta es una de las preguntas más populares y habituales hechas por los principiantes que comienzan su primer programa de entrenamientos. Y, realmente, es una buena pregunta.

¿Con qué frecuencia debo hacer deporte? Pues, como casi siempre, la respuesta correcta es depende. Dicho así para que no aclaramos nada la cuestión, pero la vamos a desgranar.

Factores que afectan a la frecuencia del ejercicio

• Las metas (rendimiento, apariencia, salud, etc)
• Calorías consumidas (lo que estás ingirendo)
• Tu capacidad de recuperación
• Genética (tipo de cuerpo)
• Intensidad y nivel de tus entrenamientos

En base a estos factores, entre otros, se debería elaborar un plan personalizado de modo que podrías hacer ejercicio todos los días durante 2 horas o 3 veces a la semana durante 30 minutos.

Digamos que estás tratando de perder peso (un objetivo muy popular), de hecho aquí tienes 9 razones para perder 9 kilos. Por esto quieres entrenar tu cuerpo todos los días. Sin embargo, no estás tratando de correr un maratón y levantar pesas durante 2 horas al día. Simplemente necesitas ejercicio moderado durante 40 a 60 minutos todos los días. Si pierdes peso y lo recuperas es que algo estás haciendo mal.

Por cierto, ¿sabes cuál es el mejor ejercicio del mundo para perder peso?

Si tu objetivo es mejorar el rendimiento (es decir, la formación propia de un deporte específico), entonces, probablemente tendrás que entrenar 4-5 días a la semana con un día de descanso, cada 2-3 días. En esta categoría, que estás demandando más energía de lo habitual, debes consumir más calorías para compensar las que se queman en los entrenamientos.

La comida que y las bebidas que consumes tienen un efecto increíble en el proceso de recuperación. Simplemente pregúntate si la doble hamburguesa, patatas fritas grandes, y la bebida de tu dieta van a ayudar a tu cuerpo a recuperarse del entrenamiento. La respuesta obvia es ¡NO! Sin embargo, muchas personas creen que lo que comen está bien para su cuerpo. Piensan que, “Como entreno, lo quemaré seguro” … Deja de mirar lo que es “sabroso y rápido” y empieza a comer lo que es bueno.

Come bien, para entrenar mejor.

Por último, la genética es la única cosa que no podemos cambiar. Algunos han sido bendecidos con increíble fuerza, velocidad y alta capacidad de recuperación. Otros no. Si eres una de estas personas benditas, considérate afortunado porque es el más raro de los tipos de cuerpo y puedes entrenar dos veces al día y hasta 3 veces el domingo. Para el resto de nosotros, 3-4 días de entrenamiento a la semana, con un descanso cada 2 días es suficiente. Aprende a decir basta, pues puede llegar el sobre entrenamiento.

Al final, tienes que escuchar a tu cuerpo. La clave a buscar es el estado de agotamiento. Si tienes esta sensación, entonces es el momento de tomarte un descanso durante unos días. No hay que confundir esto con estar dolorido o con agujetas. Estas son dos cosas totalmente diferentes. Si eres firme, sigue adelante.

Puedes alternar esos días tu rutina, con trabajo de ejercicios de movilidad, estiramientos, caminatas u otra cosa que no sea un entrenamiento intenso. Revisa sus metas, mira tu dieta y tu horario.

Si no vas a empezar, puedes establecer un programa de entrenamiento realista durante 3 días a la semana y hacer cambios como mejor te parezca, según vayas progresando.

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