¿Con qué se sustituye el azúcar? ¿Por qué merece la pena endulzar con agave?

Que el azúcar es perjudicial lo saben prácticamente todos. El azúcar es fabricado de la caña de azúcar o de la remolacha azucarera. El azúcar más popular es un azúcar refinado, por lo que no contiene ningún tipo de nutrientes. Después de su ingesta, aumenta el nivel de glucosa en la sangre, lo que estimula el funcionamiento del páncreas. Cuando los niveles de glucosa bajan, volvemos a sentir hambre…

Azúcar – ¿por qué es malo?

Se dice que cualquier cosa en exceso termina perjudicando. Lo mismo se aplica al azúcar. Demasiadas cantidades provocan sobrepeso, tanto en adultos, como en niños. Aparte, aumenta la retención de líquidos.

Al metabolizar el azúcar blanco, la mayoría de vitaminas y minerales quedan activados. Cuantos más dulces comamos, más precisaremos de vitamina B, calcio, fósforo, magnesio y cromo. Es bien sabido que la deficiencia de ciertos minerales y vitaminas lleva a muchos desequilibrios bioquímicos, tales como el mal funcionamiento de las enzimas. Muchas cantidades de azúcar pueden ser la causa del cansancio y de la mala digestión, entre otros. Cada vez más personas buscan una alternativa al azúcar, como lo es, por ejemplo, el sirope de agave.

Sirope de agave – una manera diferente de endulzar

El sirope de agave es un edulcorante fabricado en México. Tiene un sabor parecido al de la miel o del sirope de arce. Contiene fructosa y muchas cantidades de inulina – un probiótico natural que influye en la flora bacteriana de nuestro sistema digestivo. El sirope tiene un índice glucémico muy bajo; más bajo que, por ejemplo, la miel. Contiene fibra, por lo que acelera el metabolismo.

El sirope de agave disponible en las tiendas con comida saludable puede sustituir el azúcar y es ideal para endulzar bebidas, en repostería y para cocinar.

¿Sabes cómo utilizar el sirope de agave? Si no, prueba nuestra receta de compota de grosellas con sirope de agave.

Compota de grosellas

Ingredientes:

• 300 g de grosellas frescas
• 1 litro de agua
• 4 cucharadas de sirope de agave

Lavamos las grosellas y las colocamos en una olla. Añadimos el agua. Cocemos a fuego lento, hasta obtener un color rojo muy intenso.

Colamos la compota. La fruta ya no la vamos a necesitar. Añadimos el sirope de agave. Calentamos durante unos minutos a fuego lento, hasta que el sirope se mezcle bien con la compota. Enfríamos y bebemos. Conservamos en el frigorífico.

¡Qué aproveche!

Pruebe también el xilitol. Un saludable sustituto de azúcar normal.

Al metabolizar el azúcar blanco, la mayoría de vitaminas y minerales quedan activados. Cada vez más personas buscan una alternativa al azúcar, como lo es, por ejemplo, el sirope de agave.

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