“¿Con quién Dejaste A La Nena, Susana?”

Cuando leés este título, se abren dos posibilidades:

a)   Que conozcas el contexto en el que fue dicha.

b)   Que no lo conozcas.

Y de acuerdo a la opción en que te encuentres, tu interpretación cambiará. Será diferente tu vivencia dependiendo de que estés en uno u otro contexto.

¿Qué es el contexto?

Contexto es un término que deriva del vocablo latino contextus y que se refiere a todo aquello que rodea, ya sea física o simbólicamente, a un acontecimiento.

Esta es una de las definiciones que se pueden encontrar de esta palabra, e indudablemente, tiene un peso importante en la comprensión del contenido del texto, sin embargo, para el Coaching Ontológico, el contexto cobra aun, más importancia.

Una particularidad que lo hace tan relevante es que el contexto está vivo. Esto es así porque el contexto no solo refiere a aquello que rodea un hecho sino que además, es construido por las personas que intervienen en la conversación, sus emociones y las acciones que despiertan en  esos participantes.

Si tomamos los contextos físicos, veremos que actuamos en forma diferente en cada uno de los que habitualmente, nos movemos: familia, trabajo, amigos, pareja. Es sencillo darse cuenta de esto con una auto-observación mínima.

Por eso, me quiero enfocar en aquello que nos pasa desapercibido y que es nuestra posibilidad de crear el contexto.

Si llegás a una reunión, con excelente actitud, dispuesto a escuchar, a divertirte, a pasarlo bien, generarás con tu llegada un tipo de contexto.

Y si llegás a la misma reunión, desganado, pre-ocupado porque seguramente te encontrarás allí a un fulano que detestás, pensando cuándo se terminará para volverte a tu casa… ¿Creés que vas a generar el mismo contexto?

Es más, con la actitud primera, podés inclusive, cambiar el contexto que había hasta que llegaste porque las “malas ondas” se disipan ante las sonrisas y la buena predisposición.

El ser concientes de que podemos generar (crear) contextos aumenta nuestro poder personal, nos hace dueños de la situación, es un componente de nuestros logros.

La creación de un contexto poderoso puede cambiar tu sufrimiento.

Un  contexto positivo es cualquier contexto en el que abrazas la realidad tal y como es, sin compararla con un estándar imaginario. Un contexto positivo no solo te hace más feliz que uno negativo, sino que también aumenta la eficacia de tus acciones. Cuando sitúas tu condición actual en un contexto positivo, te concentras en aquello que te resulta útil, en lugar de lamentarte de lo mal que te van las cosas. Jim Leonard

El lenguaje es tu gran aliado para crear un contexto, impactante por sus beneficios, sobre todo en el difícil campo de la comunicación.

Y aquí surge el rey: La escucha 

Ejercitando tu poder de generar contextos, podés intervenir de diferentes formas en una conversación, por ejemplo, como lo hace en la película argentina “Esperando la carroza”, una conciliadora que dice la frase que es título de este post… (Betiana Blum, la elegante dama de traje rojo, que vas a ver).

El humor es un maestro en las sombras.

Por el placer de compartir.