Juguemos a imaginar.
Si nos fuéramos de viaje por carretera:1 ¿con quién viajaríais?2 ¿a dónde os aventuraríais?Siempre me he imaginado que sería fantástico poder alquilar un coche con varios amigos y lanzarnos a la aventura de recorrer Europa pueblecito a pueblecito. Me pregunto si eso cambiaría mi visión del mundo de alguna forma. O si simplemente acabaría odiando las camas duras y los madrugones. ¿Os imagináis desayunar en Poitiers, cruzar la Puerta de Brandenburgo, pasear por la plaza roja en Moscú al lado de tus amigos?Leer este libro me ha hecho reflexionar sobre estas cosas. Sobre viajar en coche, sentir el viento de la libertad, del olvido de las obligaciones, en plena cara. Creo que sólo por esa clase de influencia vale la pena leer AMY & ROGER, de Morgan Matson.Esta chica y este chico, casi desconocidos, se embarcan en un viaje fortuito por la carretera de sus vidas llenas de sentimientos, rupturas, dolor y esperanza. A través de un diálogo amigable y experiencias a lo largo del recorrido, revelan sus pesares y crean un vínculo intenso, emotivo y asombrosamente real.La muerte de su padre ha cambiado a Amy por dentro, y afecta todo cuanto ve, hace, cómo traduce el mundo presente y lo que una vez dio por sentado. Todos los pequeños detalles de la vida diaria, la forma en que interpreta cuando le rodea y los actos de los demás, reflejan una gran sensibilidad y realismo.Aparte de lo conmovedor pero sutil de la historia, además de la cercanía de los personajes y la familiaridad de las circunstancias, la historia brilla por la originalidad del planteamiento. Por un lado, intercala escenas del pasado durante la feliz niñez de Amy junto a su padre, o los momentos posteriores del duelo. Comienza cuando la tragedia ya se ha enfriado a todos los niveles excepto en el corazón de Amy y su familia. Poco a poco, las lagunas se van llenando. Por otro lado, la infinidad de ilustraciones que, mediante rutas, facturas, panfletos y mapas, fotografían el viaje de Amy y Roger por los Estados Unidos. Te hacen formar parte de ese camino sobre ruedas, descubriendo con ellos las particularidades de cada estado que cruzan, con sus cafeterías, sus bollos raros o el parque Yosemite con sus osos come-champús. Le da un toque sorprendentemente tierno y divertido.Reconozco que mi parte favorita es cuando se reencuentran y van recorriendo el paisaje casi en solitario, jugando al juego de las veinte preguntas o escuchando listas de música en el i-Pod. Aunque luego vienen cambios que arrasan como una ventolera y ponen de manifiesto las búsquedas personales de Amy y Roger. Toda clase de personajes interactúan con los protagonistas. Lo mejor me ha parecido esa corriente que subyace en la misión de Roger por alcanzar el deseo imposible de su corazón. La analogía de Don Quijote y los molinos de viento es, en esta ocasión, un referencia bienvenida e inspiradora. Inesperada también, aunque muy acertada en este viaje que significa una reclamación de la libertad perdida y la liberación de la culpa que destruye el espíritu en silencio.
El romance: no lo parece, pero lo hay. No es el fin ni el principio, sino parte de ambos. Y es dulce, precioso, un viaje dentro de otro viaje que redondea la historia como un abrazo cálido y satisfactorio al final de un largo día gris.
Amy & Roger's Epic DetourMorgan MatsonNeo PlataformaRomance contemporáneo / Viaje espiritualtapa flexible con solapas390 páginasWeb de la autoraDecidme, arrebatadores, ¿con quién quemaríais neumático?Babel trazando mapas.