Irene quería transformar esta cajonera y darle un aire más actual y luminoso. Parte del encanto del mueble reside en sus originales cajones. Como es complicado de explicar con palabras (aunque sabéis de buena tinta que nos expresamos de maravilla, jejeje), en las fotos iréis viendo de qué se trata. Lo que sí os diremos es que su dueña quería deshacerse de las flores secas que lo decoraban.
Nuestra amiga escogió está tonalidad gris báltico para el exterior del mueble, y el resto lo dejó a nuestra elección. Un papel de sellos sirvió de punto de unión con el interior....
... que pintamos a brocha suelta (a lo loco, como decimos nosotras) con el color Fogoso de la tienda de nuestra amiga Lucía de Momentos Vintage, y que lijamos con energía para resaltar la madera.
Así es el interior del cajón, con una tablita que hace las veces de separador y en cuyo espacio delantero estaban las flores secas iniciales.
Ellas han pasado a mejor vida y han dejado todo el protagonismo a la tablita redecorada...
... para que el cajón luzca ahora así.
Un cambio sustancial que gracias a un buen lijado permite mantener la esencia rústica del mueble.
Ahora queda que Irene lo disfrute y decore con él su nuevo hogar ¡y su nueva vida!