Con sus mismas armas (USA, 1955)

Título original: Man with the Gun 

Año: 1955

Duración: 83 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Richard Wilson

Guion: N.B. Stone Jr, Richard Wilson

Música: Alex North

Fotografía: Lee Garmes

Género: Western

Reparto: Robert Mitchum, Jan Sterling, Karen Sharpe, Henry Hull, Emile Meyer, John Lupton, Barbara Lawrence, Ted de Corsia, Leo Gordon, James Westerfield, Jay Adler, Claude Akins, Florenz Ames, Joe Barry. Norma Calderón. Thom Conroy. Angie Dickinson. Mara McAfee. Burt Mustin, Maidie Norman, Robert Osterloh 

Argumento

Un pacificador, esto es, un hombre que se dedica a acabar con problemas violentos que hay en las ciudades, una vez que el sheriff de turno le presta juramento, acude a una extraña ciudad en busca de su mujer, que lo había abandonado tiempo atrás. Para su sorpresa, encuentra a su esposa en un local donde las mujeres "prestan sus servicios" a hombres.
El hombre le preguntará por la hija que tuvieron y a la que no ha visto desde hace años, mientras trata de acabar con la banda de un poderoso terrateniente corrupto.

Interesante western psicológico, de esos que su inteligente realizador, Richard Wilson, solía abordar (recordar su estimable "Invitación a un pistolero").
En este caso lo único malo que se podría decir del film es que, indudablemente, no tiene mayor ambición. Se trata pues de un film pequeño, modesto en cuanto a presupuesto, pero bien dirigido e interpretado, amén de que contiene un estupendo guión y aspectos como la preciosa fotografía en blanco y negro y el dinámico montaje, hacen que la película acabe convenciendo pues es redonda y deja un buen sabor de boca.
¿Que podría haber sido mejor? Pues hombre, puede, pero tal y como ha quedado se puede decir que es un buen ejemplo del agradable western que se hizo entre los años 1953 y 1956, principalmente, años llenos de excelentes pelis del oeste, como es el caso.
Como curiosidad, en un papel pequeño, pero agradecido, se puede ver a la siempre preciosa Angie Dickinson.
Está bien la cinta, resulta curiosa en algunos aspectos y convence por su clímax envolvente in-crescendo y el uso de la violencia empleado, que es el justo y necesario, ni más ni menos.
Además, contiene un estudio psicológico de los personajes bien modulado, con momentos cuasi originales, como cuando el protagonista, lleno de rabia e ira, va en busca del dueño del saloom. Prácticamente asistimos a un asesinato (encubierto, de acuerdo, pero asesinato a fin de cuentas).