Hicimos una vez un perchero partiendo de un cabecero que, debido a un golpe, perdió una de las patas. Desde que se rompiera, daba vueltas por el taller sin destino alguno.
Se nos ocurrió cambiarle el color, para darle algo más de vidilla...
..., y darle la vuelta para apoyarla por la superficie más ancha.La lijamos con ganas para envejecerla...,
..., y que saliera la pintura gris inicial.
Además, le atornillamos algunas perchitas, seis en concreto...,
..., que podéis ver aquí con más detalle.
Nos hemos sacado un pequeño colgador de la manga...,
..., que nos viene de perilla para las pequeñas joyitas que nos ponemos a diario.
Hemos transformado la olvidada pata de un cabecero en un coqueto soporte para nuestras alhajas.
Recuperándola para la posteridad.
Reciclar, a ser posible con aire vintage, ¡es un vicio para nosotras!
Y con este diy nos despedimos por hoy, sed felices y pasad un...
¡FELIZ FIN DE SEMANA!