Revista Cine
La pre-producción continuó con la elección del resto de actores principales. Y para el papel de Valeria, Milius decidió contratar a una actriz que le había impresionado en el musical de Bob Fosse, All That Jazz (1979). Cuando la vio en la película, el realizador pensó: "Esa mujer es una auténtica valkiria".
Paralelamente, seguían los castings para el papel del arquero Subotai. Pero Milius acabó deteniendo esas pruebas y le ofreció el trabajo a un surfista amigo suyo cuyo nombre era Gerry Lopez. El director pensó que no tenía sentido seguir buscando cuando había escrito el personaje pensado en los rasgos físicos de Lopez. Tras varias pruebas de cámara, se comprobó que, aunque no tenía ninguna experiencia como actor, funcionaba bien y podía superar el reto. Así que el surfista quedó fichado para el proyecto.
Contar con James Earl Jones para dar vida a Thulsa Doom fue una bendición para la producción. Su imponenete voz y presencia física auguraba la creación de un villano de garantías. Milius definió a Thulsa Doom, en su guión, como el último miembro de una raza desaparecida de la Atlántida. Eso explicaba sus poderes y la capacidad para imponerse a la voluntad de los demás liderándolos. Todas estas características fueron excelentemente recreadas por el excelso James Earl Jones.
El veterano Sterling Hayden estaba contratado para interpretar al Rey Osric. Pero enfermó gravemente y hubo que sustituirlo. En ese momento, Milius pensaba que Max Von Sydow sería perfecto aunque nunca conseguiría que aceptara. Pero el actor sueco se encontraba en una fase de su carrera en la que le ofrecían personajes muy controlados, con poco margen para la creación. Y cuando leyó el breve papel de Osric, vislumbró que, en esos pocos minutos, podría dar rienda suelta a las emociones exaltadas. Y por eso aceptó. Su contribución fue fundamental para convertir la breve intervención de Osric en legendaria.
La localización de exteriores fue otro de los grandes aciertos de la película. Dino de Laurentiis delegó en su hija, Raffaella, el seguimiento del proyecto y fue ella quien decidió cambiar los escenarios inicialmente previstos, en la antigua Yugoslavia, por los de España.
Conan es un film donde dominan los exteriores. La visualización del imaginario creado por Robert E. Howard exigía localizaciones muy diversas: bosques, montañas, grandes valles, zonas litorales, y parajes casi desérticos. Esta enorme diversidad paisajística característica de la Era Hyboria pudo ser satisfecha por la variabilidad geográfica de la Península Ibérica. Así fue como se localizaron escenas en Cantabria, Ávila, Madrid, Cuenca, Segovia, y Almería.
En este punto quiero recomendar muy especialmente un website que es una referencia absoluta en lo que a las localizaciones de Conan se refiere. Se trata de Conan de Hispania, un magnífico recorrido fotográfico por los escenarios del rodaje, con un nivel de precisión espectacular, y que además incluye otras informaciones de la película que harán las delicias de todos los seguidores del Bárbaro Cimmerio.
En el siguiente artículo, la conclusión de este viaje alucinante por la creación de un clásico.