Deinococcus radiodurans
La llaman “Conan la Bacteria” por su capacidad para aguantar la radiación. Por sobrevivir en ambientes extremos. La Astrobiología estudia este tipo de bichos y los llaman, precisamente, extremófilos. Es alucinante. El Deinococcus radiodurans podría, incluso, sobrevivir latente en Marte durante miles de años. Esto no lo digo yo, lo dice Lewis Dartnell de la University College London. A este señor y a sus colegas se les ocurrió congelar a estos bichos a -79 °C, que es la temperatura media de las latitudes medias del Planeta Rojo. Una vez congelados, les arrearon rayos gamma para simular las dosis que recibirían a unos 30 centímetros bajo la superficie. El equipo calculó que harían falta 1.2 millones de años bajo esas mismas condiciones de frío y radiación para hacer que disminuyera la población de bacterias y dejarla en una millonésima parte de su número original… un bactericidio lento, vamos. También hicieron pruebas con bacterias de la Antártida y tres cuartos de lo mismo, aguantan una barbaridad. El frío tiene mucho que ver en esa capacidad de Resistencia.
Pero mi reflexión va por otro lado… se van a reír.
Si una puñetera bacteria aguanta por la simple capacidad de supervivencia, si la vida se aferra de esa manera tan abrumadora a seguir existiendo aún bajo condiciones extremas… ¿cómo no vamos a poder nosotros resistir hasta cambiar nuestras propias vidas? Todos somos “Conan la Bacteria”. He dicho.