Llamado ‘castro tecnológico’, el nuevo ayuntamiento de Lalín, de los madrileños Tuñón y Mansilla, nace de la tradición de los castros celtas, diseñado a partir del círculo. Esta figura geométrica se repite a lo largo de todo el proyecto, por medio de tangencias o secantes, según las necesidades del espacio.
Otros rasgos de la tipología de castro celta son, por ejemplo, el desarrollo entorno a un espacio público de reunión y la adaptación al terreno. A esta plaza central vuelcan los distintos usos (cilindros, el propio ayuntamiento y áreas de apoyo a este) guardería, correos, etc. Dentro de las propias estancias se incluyen cilindros de hormigón armado que contrastan con el estudio de las pieles exteriores, que van desde vidrios opacos y de color verde oscuro a otros traslúcidos de color más claro, en la fachada conviven 16 tipos de vidrios.
El Ayuntamiento de Lalín oscila entre la precisión y la probabilidad, construyendo una estructura “antimonumental” en la que, como en las nubes, cada uno puede adivinar las formas cambiantes de las referencias personales, de tal modo que la identificación colectiva se produce por la diversidad de la interpretación individual: un castro tecnológico, un palimpsesto cívico, un estampado textil, etc.
Pero si hablamos de contrastes, se ha de destacar el Salón de Plenos del Ayuntamiento entendido como un claro entre cilindros, un vacío; remarcado por la torre de cinco pisos en la que se encuentra. La sección escalonada, presidida por la torre, responde a la adaptación de los cilindros a las irregularidades del terreno por medio de la altura y el diámetro, configurando una estructura abierta y “desjerarquizada”.
Programa: Ayuntamiento / Oficinas Ubicación: Lalín – España Autores: Mansilla + Tuñon Fecha: 2005 – 2011Fotografía
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