Decission energy o energía de decisión.
La energía de decisión es el combustible que tus clientes potenciales dedican a tomar decisiones.
Y no es muy poquita. Mucho.
Tus clientes potenciales están saturados de anuncios, webs, newsletters, productos, eventos, información, inversiones, oportunidades, tecnologías, novedades.
Soluciones robustas, servicios integrales, ofertas globales.
Abrumador.
Ahora dime que vas a intentar vender con un mensaje correcto. Algo pulido, cuidado, considerado. Sin demasiada presión ni pretensión. Sin insistir mucho, sin resultar pesado.
Buena suerte con eso.
Y dime que otra cosa es poco ética. O que si no pareces desesperado.
No, no, espera. Mejor. Dime que con tu público no vale, que tu cliente no es así.
Mejor, mejor.
Dime que tú no eres así.
O que lo que le pasa a fulano en este caso es diferente, solo en este caso, él no te lo ha dicho pero tú lo sabes, lo sientes. Que no es que no quieras echarle huevos, que no es que no te atrevas, es que es que no puede.
Que no quieres presionar, que esa objeción es real, que es normal que se lo tenga que pensar y que no es el momento.
Dime que tiene otra prioridad.
O díselo a alguien que se lo crea.
A ti, por ejemplo.
La energía de decisión es limitada, no da para todos. Siempre hay algo mejor que hacer que atender a un vendedor que no cree en sí mismo.
Tengo un newsletter. Es un trato entre dos partes. Solo funciona si se entiende esto.
Por mi parte cada día envío un email con una lección de ventas de alto valor. Día que estás fuera, lección que te pierdes.
De esa parte me encargo yo. Tú la pones en práctica.
Si no lo ves claro, si piensas que exagero, que no voy en serio o que justo para el caso con el que estás ahora no vale, pues no hay trato y no pasa nada.
Te apuntas aquí, si tienes el valor:
La entrada Concepto que todo el mundo debería conocer se publicó primero en Luis Monge Malo.
