Llevo escribriendo desde 2010, y desde el principio me he decantado por la autopublicación, de modo que puede decirse que llevo todo ese tiempo siendo AUTODIDACTA.
Cuando empezaba, yo creía que autopublicarse era tan sencillo como escribir una novela, diseñar una portada, rellenar el formulario de Amazon KDP, y p’alante. Nada más lejos de la realidad. A lo largo de estos años, he ido conociendo términos y conceptos fundamentales de cara a crear novelas profesionales. Estos son algunos de ellos, pero si conoces más, te invito aque engordes la lista dejándome un comentario al final del artículo:
Sangre:
No confundir con el fluído rojo y pastoso que nos corría por la pierna cuando nos hacíamos una herida en la rodilla jugando a la pelota. En el caso que nos ocupa, la sangre es el margen que debemos tener en cuenta al diseñar nuestra cubierta, de forma que, en la imprenta, puedan recortar el papel sin llevarse por delante parte de nuestro diseño.
Normalmente se suele aplicar una sangre de 3mm por extremo (ancho y alto), aunque en mis diseños siempre he dejado 5mm, por si acaso.
RGB y CMYK:
Estos acrónimos tan raros están relacionados con el modo de color que aplicamos a nuestro diseño de cubierta.
El codigo RGB es un modelo de colores reconocido a nivel internacional. Este modelo tiene su base en los tres colores primarios rojo (Red), verde (Green), y azul (Blue). El acrónimo CMYK, por su parte, indica un modelo de colores conocido también como cuadricromía. Los colores a los que se refiere son cian (Cyan), magenta (Magenta), amarillo (Yellow) y negro (Key black).
No soy un experto en modelos de colores ni mucho menos, así que no te aburriré con tecnicismos innecesariamente. Pero por resumir, nos tiene que quedar claro que, aunque en pantalla se vea muy bien el modo RGB, a una imprenta debemos presentarle siempre un diseño en CMYK. De esta forma, nos evitaremos disgustos.
Cubierta:
A menudo hablamos de la portada como la imagen que vemos de un libro a primera vista. El “cacho de cartón” que tocamos con las manos antes de abrirlo y empezar a leer.
Pero estamos equivocados.
La cubierta de un libro es exterior, la portada es interior. Tampoco la contracubierta es sinónimo de contraportada, ya que esta última también es interior.
Puedes leer este artículo de Mariana Eguaras para más detalle.
ISBN:
El ISBN (International Standard Book Number) es un identificador único para libros, previsto para uso comercial. Para que nos entendamos, el la huella dactilar de los libros.
Si el objetivo es imprimir algunos ejemplares y quizá venderlos en tiendas y bibliotecas, es necesario asignar un ISBN a la novela. Puede obtenerse a través de esta web, y cuesta aproximadamente 45€.
Escaleta:
El término escaleta proviene del cine, y básicamente es una división de la trama o argumento en trozos, es decir, escenas. Los guionistas dividen el texto es extractos, y en cada uno de ellos determinan lo que sucede, quien lo hace suceder, y dónde sucede, princpalmente.
Esto podemos llevarlo a nuestro terreno, la escritura, para estructurar la novela en capítulos y escenas. Una vez dicho esto, cada escritor tiene su manera de diseñar escaletas. Yo, por ejemplo, en mis primeras novelas dividía los capítulos en escenas, y estas a su vez en colores y tipos de fuente. Actualmente, debido a la tipología de la novela en la que estoy metido, he optado por un sistema más ortodoxo: post-it sobre el papel, y cada post-it es un capítulo. Este método puede parecer arcaico, pero a su vez es muy visual, y me permite modificar el orden de las escenas muy rápidamente.
Para saber más sobre escaletas, recomiendo este arículo de David Olier.
Línea huérfana y línea viuda:
Si estás pensando en líneas sin ascendencia y cosas así, déjalo, no tiene nada que ver. Las líneas huérfanas de un texto son aquellas que comienzan un párrafo justo al término de una página, perteneciendo la siguiente línea a la página siguiente. Por el contrario, una línea viuda es aquella que finaliza un párrafo justo al comienzo de una página.
Por si te lo estás preguntando, es conveniente evitar este tipo de líneas a la hora de maquetar un libro físico. Temas de estética.
Viaje del héroe:
Esta expresión te sonará familiar si has leído algún libro didáctico sobre las estructuras de las novelas. De una manera muy, muy, muy resumida, el viaje del héroe (también llamado arco del protagonista), es el camino no físico que recorre un personaje a lo largo de la novela, el cual provoca una evolución de algún tipo. El viaje del héroe más universal es el archiconocido planteamiento-nudo-desenlace, pero hay millones de variantes que dependen del estilo del autor.
Para saber más sobre el viaje del héroe, te recomiendo el ebook de jean Larser, Cómo crear una novela: estructuras. No te arrepentirás.
Cliffhanger:
Seguro que has leído alguna vez este palabro tan extraño, sobre todo si eres escritor, y puede que no sepas muy bien qué significa.
La traducción más exacta de cliffhanger sería suspense. Para un escritor va más allá, no obstante. Cuando hablamos de los cliffhangers, nos referimos a ese final de capítulo o escena que deja al lector con ganas de más. Puede ser porque una escena queda inacabada, o porque un personaje importante muere, o porque se plantea/desvela un misterio importante, el caso es que el autor aplica este recurso para instar al lector a que continúe leyendo.
La palabra es terrible, pero, personalmente, es un truco al que me encanta recurrir. Si has leído algo mío, ya lo sabrás
Networking:
El networking no es otra cosa que la labor de hacer contactos que puedan ayudarte en el futuro, ya sea aconsejándote, promocionándote o incluso colaborando contigo. Si algo he aprendido en los años que llevo escribiendo, es que se gana mucho más siendo amable y generoso con los demás escritores, que poniéndoles la zancadilla.
Métetelo en la cabeza: los escritores no se hacen la competencia (hay nichos para todos, afortunadamente). Al revés, dos escritores que se ayudan mutuamente son mucho más fuertes que cada uno por separado.
A raíz de esto, en su día escribí sobre el conecpto GIVER en este artículo. Si te interesa conocer por qué es importante realizar una buena labor de networking, te recomiendo echarle un vistazo.
Tan importante o más que lo anterior, es trabajar el networking con tus lectores (o futuros lectores). Responder a sus mensajes, crear tu propia lista de correo, promover sorteos, etc. Si la gente ve que eres un buen tipo, además de aceptable escritor, tendrás muchas papeletas para que te lean. Piénsalo: ¿cuántos libros has leído de alguien que te cae mal?
Como caso personal, tengo el placer de poder decir que he hecho muchos amigos virtuales gracias a la escritura. Algunos son bestseller, y otros muchos, aspirantes a serlo, como un servidor. También he hecho amigos lectores, que no solo leen mis libros, sino que me comentan, aconsejan, animan, etc. Una delicia.
Deus ex machina:
En literatura, se habla de Deus ex machina cuando un elemento externo (normalmente un personaje nuevo u olvidado) resuelve un conflicto que aparentemenbte no tenía solución (por ejemplo, el protagonista está a punto de morir y no parece haber escapatoria posible).
La traducción directa del término sería Dios desde la máquina, y viene de la antiguedad clásica, cuando en los teatros, una grúa introducía en la trama a una divinidad con una grúa para resolver un comflicto irresoluble.
Esto suele darse cuando el autor no tiene la trama debidamente desarrolada, o cuando ha empezado a escribir una novela sin tener pensado el desenlace. O cuando no ha tenido en cuenta el “arma de Chéjov”: “Si en el primer acto tienes una pistola colgada de la pared, entonces en el siguiente capítulo debe ser disparada. Si no, no la pongas ahí.” Es decir, si en un punto específico de la historia alguien va a salvar al protagonista surgiendo de la nada, más te vale que en los capítulos anteriores hayas explicado quién es ese alguien y por qué es factible que esté en ese lugar en ese preciso instante.
¿Se te ocurre algún término más que añadir a la lista? Siéntete libre de dejarlo en los comentarios, y lo incorporaré gustoso al artículo mencionándote. Y si quieres compartir el texto en las redes sociales, me estarás haciendo un enorme favor; a mí, y a todos esos escritores que están empezando y en quienes puede que aportemos nuestro granito de arena de conocimiento. Ya sabes… ¡SÉ GIVER!