Conceptos
«Mi hija pequeña, doctora, me recriminó en la cena de anoche que en el supermercado me habían vendido unos filetes demasiado grandes, que no entraban en el plato. Me dejó preocupado, porque para alimentarme y alimentarnos siempre tiendo a comprar cosas que entran en los platos que tenemos en casa y que quepan en la boca (una vez troceadas). Pero lo de estos filetes… ¿marcará una tendencia? ¿Empezaré a tragar, o me estaré tragando ya desde hace un tiempo y sin que me haya percatado, cosas demasiado grandes para mi boca y, sobre todo, para mi mente? ¿Estaré comulgando con ruedas de molino sin saberlo? En el mercado, doctora, hay conceptos que los veo tan inabarcables que nunca los he podido comprar: el concepto de dios, por ejemplo, no hay plato que lo pueda contener. Vale, siempre puedo cambiar de platos, pero a estas alturas de la película ya no puedo cambiar de mente…»