Conciencia ¿con ciencia?

Hoy quiero hablar de algo que acontece en la ciudad que me ha visto crecer, Hellín. De un tiempo a esta parte se vienen organizando unas jornadas divulgativas llamadas “Conciencia con ciencia”. Quiero expresar mi desacuerdo total con usar un título tan rimbombante para lo que luego realmente el programa del evento es. También me llama la atención que esto se haga en mi antiguo colegio, si bien era religioso pude encontrar allí a profesores de ciencias con un agudo sentido escéptico. Les muestro a continuación el cartel del evento:

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Paso pues a desmenuzar algunas de las personalidades que se pasean por el cartel y que para mi gusto, invalidan totalmente lo que se quiere vender en este evento:

• Bianca Atwell. Se hace llamar a sí misma divulgadora científica, título que para mi gusto le viene grande. Empezando porque la única mención “académica” viene de la mano de una asociación naturópata y desde su web defiende teorías tan locas sobre la Noosfera, la fotosíntesis humana y hasta un intento de explicar científicamente el fenómeno de la reencarnación.
• Juana Marín. “Quiróloga”. Mucha gente desconoce el término quirología, pero no así lo que es. Es simplemente lo que de toda la vida se ha llamado “leer las palmas de las manos”. Si, ni más ni menos. Esta práctica está considerada pseudociencia, por lo que no sé que hace en estas jornadas.
• Antonio Castellano y Kique Lopez Rubio. “Maestros de Reiki”. Existe mucho material donde se puede ver que el Reiki no es más que otra terapia pseudocientífica. ¡Hasta una chica de 14 años fue capaz de montar un experimiento para invalidar esta terapia!
• Artur Jose Lopes. “Hay teacher”. Un Hay teacher es alguien que se ha leído los libros de Louise L. Hay y hace cursos de autosanación y crecimiento personal. Esto supongo que irá en gustos, pero alrededor de estas teorías y terapias encontramos cosas tan poco científicas como las piedras curativas.

No quiero extenderme más, este artículo sólo pretende ser un esbozo. No hay más que echar un vistazo a las ponencias y e investigar un poco para darse cuenta de que muchas de las cosas que proponen se desmontan por si solas. Sospecho que el público que va a estas ponencias va en busca de mecanismos para encontrar la paz interior y con sed de conocimientos para entender mejor el universo. Siento decirles que lo que van a encontrar allí no es más que una quimera envuelta en teorías que no tienen ningún fundamento y falsas esperanzas. A los ojos del que escribe este artículo, la gente que busca responder a todas esas dudas existenciales  - que todo humano tiene – en la religión o en este tipo de elucubraciones cósmicas son víctimas del mismo engaño, por mucho que estos últimos intenten convencerte de lo contrario con explicaciones que, si bien pueden parecer plausibles, no son más que falacias.

Para despedir el artículo, unas palabras que el tiempo nos trae de hace ya 20 siglos atrás, del poeta Horacio, y esas palabras son “Sapere aude” (En castellano, atrévete a saber). Usa ese mecanismo tan poderoso que cada humano tiene como es la razón para ir recorriendo tu mismo el camino, sin dejar que nadie te cuente la película de la vida.

EDITO:

Un comentario en Menéame de la mano de Ellohir, que me parece acertadísimo: