Cobijado bajo una guitarra acústica Wilson, el Sr. Chinarro (Manuel Luque) hizo su aparición en la Sala Rockitchen dispuesto a no defraudar al gran número de fans que ayer fueron a escucharle. Al tratarse de un concierto en formato acústico, la cercanía de la música de este multiartista se fundamentó en la ironía y el sarcasmo con los que se dirigía al público antes de comenzar cada canción, amén de las letras de sus composiciones, que ayer tuvieron un marcado acento geográfico que fueron de Cabo de Trafalgar (tema con el que comenzó el concierto) y que prosiguieron por tierras de Murcia, Canarias en su canción San Borondón (isla fantasma del archipiélago canario) para volver a Cádiz... y que casi siempre tenían el denominador común del amor y las relaciones personales, plagadas de heridas, desdichas, anhelos y triunfos que el bueno del Sr. Chinarro desgranó con gran acierto y embelesamiento por parte de sus seguidores, que seguían las letras de sus canciones a pies juntillas.
Manuel Luque también aprovechó el concierto de ayer para ir presentando alguno de los temas de lo que será su nuevo trabajo Presidente, y así, sonaron Babieca ("literatura de viejos... más Babieca que yo aquí no hay") que sonó a un suave swing mezclado con bosanova; o ¿Nieve? (imposible de descifrar el título de esta canción del setlist que pudimos conseguir del puño y letra del autor) que es una canción más rítmica y con una base musical más potente ("si la fiuesta terminó, sin ni siquiera comenzó. Habrá que usar las huellas. Estirilizantes con alcohol").
Pero el Sr. Chinarro tampoco defraudó a sus fans, y ayer en la Sala Rockitchen sonaron sus grandes clásicos como Los Ángeles o Del Montón con la que terminó su concierto acústico, donde resaltó el buen hacer de este músico y poeta a partes iguales, que quizá sin darse cuenta en su versión acústica, su tono de voz a veces nos recordó al de Aute (que por cierto reside muy cerca de donde ayer cantó Manuel Luque) y que como dos almas gemelas, se unieron en la misteriosa oscuridad de la noche en ese viaje geográfico que a través del amor, ayer nos propuso el Sr. Chinarro.