Ayer por la noche Chris Isaak se presentaba en las Noches del Botánico, ese ciclo de conciertos situado en Ciudad Universitaria, y que en mi caso particular era la segunda oportunidad en que veía en vivo al californiano, después de aquella de 2010 presentando Mr. Lucky. Y ya entonces me pareció un gran concierto, variado, con Chris excelso a la voz y una banda veterana y con la cual él mismo dijo que es la relación más larga que ha tenido, una formación brillante, perfectamente engranada y con muchos guiños, sensualidad, y esas charlitas de Mr. Isaak que son de un showman tremendo (recordemos que tiene un programa de televisión en EEUU). Es difícil explicar lo que uno particularmente siente al ver a un tipo que reverencia como pocos a Roy Orbison, Elvis Presley, etc., y da un repaso a su carrera, ya sea con temas más movidos, en acústico o marcándose una jam session improvisada. Fue un concierto para recordar. La banda era Rowland Salley al bajo, Kenney Dale Johnson a la batería y percusiones, Hershel Yatovitz a la guitarra solista y Scott Plunkett a las teclas.
En cuanto al tracklist no es sencillo, ya que hubo algunos temas que empezaron, y no llegaron a acabar y otros que fueron mezclados dentro de la misma canción. Comenzó el concierto para mi sorpresa agradable con American boy de un estupendo disco como es Always got tonight de 2002 del que también sonó Notice the ring, siguió con Somebody's crying del Forever blue de 1995, más Don't leave me on my own, la propia Forever blue, Go walking down there y del que también cayó inevitablemente en los bises el Baby, did a bad bad thing mezclada con Bye, Bye baby y el James Bond Theme, Dancin' de su primer disco Silvertone de 1985, Blue hotel de su disco homónimo de 1987 (gran momento), de aquel mítico Heart Shaped world de 1989 escuchamos la mítica Wicked game (que sirvió de banda sonora de la película de David Lynch del mismo título), Blue spanish sky y Don't make me dream about you. De aquel maravilloso San Francisco Days de 1993 cayeron el tema que le daba título (fantástico), Two hearts (acústica), Waiting (en esta se bajó a cantar y saludar con el público), I want your love y la maravillosa Can't do a thing (to stop me) ya en los bises, un momento realmente especial para un servidor. Speak of the devil sonó atrrebatadora, del disco del mismo nombre de 1998, de aquel Mr. Lucky de 2009 escuchamos Big wide wonderful world además del The way thing really are de First comes the night de 2015 y que cerró el concierto en los bises.De su álbum de versiones Beyond the sun cayeron Oh, Pretty woman y Only the lonely (acústica) de Roy Orbison y el Can't help falling in love de Elvis Presley. Se versionó también, un tema del bajista Rowland Salley, el Killing the blues cantada por él mismo, y hubo dos versiones más que no se completaron enteras, When my blue moon turns to gold again de Wiley Walker y Gene Sullivan y el Blues stay away from me de The Delmore Brothers, mientras que el batería cantó junto a Chris el tema de Flaco Jiménez La tumba será el final.Un concierto inolvidable por muchos motivos, por fin le vi de cerca, y lo disfruté mucho, me gustó el repaso a su carrera, y ese buen rollo que transmite, se ve que tiene que ser un buen tipo.
Os dejo con dos momentos de anoche, el Somebody's crying.
Y el Blue hotel.