Hay tradiciones que no hay que perder, ni aunque corran tiempos aciagos y austeros económicamente, y una de ellas es no perderme el BAM pase lo que pase.
Desde ese año, que mano a mano me planté con mi amigo Sambo en L'Estació de França y vimos a Los Planetas, y al gran maestro (y desaparecido demasiado pronto) Sideral, no he faltado a la cita, no creo que haya intenciones de dejar de hacerlo, a pesar de ser como dice mi amigo citado hace unas líneas seamos "treintañeros a la deriva".
Antes de explicar nada al respecto, decir que las actuaciones que pude ver, se podrían catalogar de militancia pura y dura, por encima de modas y tendencias, ya que lo hagan bien, mal, regular o peor, seguiré siguiendo a los grupos por encima de ventas y estúpideces vacuas.
El viernes, fue casi llegar y besar el santo, ya que casi al pisar suelo condal, Santaco y servidor tiramos hacia el Fórum con las ganas de ver a Mishima y a Vetusta Morla presentes en nuestra cabecita. Llegamos justo cuando arrancaba su concierto, y nada más adentrarnos entre la gente, me topé de cara con el maestro Sito Díaz (ex-Fine! y guitarra de Carlos Cros y Los 400 Golpes), lo que me dió un alegrón enorme. Si tengo que ser justo, Carabén y los suyos no me mataron desde un principio.
Y me temo que es por las nuevas canciones, que son geniales, pero que frente a sus propios clásicos, no se si por rodaje, o por la razón que sus temazos tienen más vida en salas de aforo reducido, pero no logré conectar con ellos. Mientras tanto, el maestro Cros me pasó por delante, compartimos impresiones, recordamos el año anterior, justo ese día, cuando el estaba sobre el escenario y nosotros debajo de fans, y otra alegría más a la saca. Es un tipo que transmite buen rollo y cariño, cosa que no se puede decir de demasiados musiquillos de tres al cuarto.
Salvaron la noche Un tros de fang, Qui n'ha begut, Miquel a l'accés 14 o L'olor de la nit, pero como ya he comentado, no acabó de explotar en ningún momento. Lo dicho, espero repetir en una sala, ya que, o el escenario tan grande no se adaptaba a su lírica, o quizás yo situado en el lateral no estaba en el lugar adecuado o a lo mejor no tenían su mejor día, ¿quién sabe?.
Y de ahí, a los madrileños Vetusta Morla, injustamente denostados por las ventas de sus discos, cosa que debería desaparecer solo de verles en directo. La liaron parda tanto por su actuación como por su poder de convocatoria, ya que a ojo de buen cubero, debía haber más de 30000 personas presenciando su espectáculo de luz y de sonido.
Momentos álgidos como Valiente, con todas las manos en alto; Mapas, la más cañera del repertorio, o temas imperecederos como Boca en la tierra, la emocionante Copenhage con una marea de luces de móviles flotando en el ambiente, Sálvese quién pueda, o su primer éxito Un día en el mundo, que disfruté y canté al lado de mi amigo Barba Roja. Final de impacto con La cuadratura del círculo, con el batería en plan punki tirando el barril de hierro que usaban para la percusión contra uno de los bafles. Al terminar, vimos un ratito de la preciosísima Maika Makovski, pero las fuerzas andaban justitas y el siguiente se pronosticaba como día intenso y optamos por una fuga a tiempo.
Tras unas horas (muchas) de sueño reparador, los nervios por ver a Balmes y los suyos presentando el nuevo disco, que era una de mis asignaturas pendientes se saldaron con éxito rotundo.
Nunca en anteriores ediciones había visto la gente que congregaron estos cracks, por lo que tuvimos que optar por disfrutarlo en la pantalla, aunque con la compañia de los citados Santaco y Sam , la de Laia, y sobre todo la de Cris, con quien siempre decimos que parece que sus canciones se inspiren en nosotros y algunas de nuestras historias, más el carisma y locura total de un frontman de tal calibre, solo puedo decir que fué una absoluta gozada de cabo a rabo.
Un conciertazo sin fisuras ni bajones, con Santi Balmes ejerciendo de maestro de ceremonias con maestría, y regalando momentazos como el pico con el guitarrista en Incendios de nieve o su apropiación del Porque te vas de Jeanette, y sus alegatos en pro de que no nos jodan la vida los de siempre en Saldremos de esta. Mi momentazo : Niña Imantada (por razones que me guardo para mí).
No vimos a The Kooks en pro de un bocata de lomo con queso; y de ahí a la Plaça St Jaume a ver el espectáculo (espectacular) de Miqui Puig; Canciones que hacen Bum (y otras memorias pop), junto a la Original Jazz Orquesta del Taller de Músics, donde desgranó temazos de Los Planetas, Sisa, El Niño Gusano, La Buena Vida, Chucho, Family, Mishima, La Casa Azul, Astrud, Los Salvajes, Brighton 64 o Gato Pérez, todas ellas tamizadas por su estilo propio y el toque jazzie de los músicos, y que espero que acabe en disco.
Ahí acabó la senda de conciertos, perdimos a Santaco por el camino, pero de la mano de nuestra ilustradora favorita Elisa Bernat, el poderoso Sambo, my dear Annie y la terrible Paulie, quemamos la noche primero en el Manchester (donde tengo ganas de volver) y el Karma, como gran remate.
El año que viene más, aunque difícil que mejor...