Como teníamos previsto, acudimos a la 2ª noche del festival “Locos X Los 80” de Torrejón de Ardoz, puesto que el cartel previsto nos llamaba la atención. En esta ocasión nos situamos en pista, más o menos cerca del escenario. Llegamos a eso de las 20:50h y pudimos hablar con un reciente exvecino de nuestra urbanización, al que hacía tiempo que no veíamos, pareciéndonos extraño, justificado ello por su traslado de residencia.Lo que deriva de Los Inhumanos a La Banda Del Capitán Inhumano (hay que aclarar que no es lo mismo Los Inhumanos que La Banda Del Capitán Inhumano, puesto que La Banda Del Capitán Inhumano está liderada por Santi Sánchez, que estuvo en Los Inhumanos y en la Banda Del Capitán Canalla y Los Inhumanos como tales, siguen en activo con Alfonso Aguado, su líder histórico a la cabeza), salieron al escenario sobre las 21:15h. Simplemente por un par de canciones de su trayectoria, ya me llamaba la atención verles en escena, véanse “Qué difícil es hacer el amor en un Simca 1000” y “Me duele la cara de ser tan guapo”. Evidentemente, no faltaron en la cerca de hora y media que estuvieron en el escenario.Aparecieron ataviados con la indumentaria más recordada de los Inhumanos, esa de hábitos blancos que de cuando en cuando podemos ver en algún programa revival de Tve. Desconozco la formación del grupo y cuántos siguen en el redil de los años 80, si les soy sincero. Además de las 2 citadas canciones tan clásicas, que no tardaron mucho en sonar, por cierto, hubo espacio para un par de reinterpretaciones muy cachondas de las canciones de 2 series de dibujos animados, “La abeja Maya” y “Marco”.Es curioso que durante un momento me imaginé si algún promotor de conciertos le diera por juntar en un festival a La Banda Del Capitán Inhumano o a los propios Inhumanos, Toreros Muertos y Los Nikis y a los 5 minutos Los Inhumanos versionaran a los propios Nikis y su mítica “El imperio contraataca”, realizando una interpretación de la misma muy digna y fiel al original.
Santi Sánchez estuvo muy interactivo con la audiencia, citando hechos que nos permitían centrar la historia de la banda y unirla con la de nuestra ciudad, como el citar que había sido dj antes de empezar con el grupo y mencionó varios bares relevantes de finales de los 80, ya desaparecidos como “Carcajada” (recuerdo perfectamente cuando en sus inmediaciones apuñalaron a un jugador de la A.D. Torrejón, Tito, a finales de los 80) o “El Barón Rojo”; personalmente me trasladó en el tiempo, al igual que citar que habían tocado junto a Héroes Del Silencio por aquella época, y vagamente también me viene a la mete recordar el cartel de aquellas fiestas; seguro que les escuché desde la terraza de mi casa.Los componentes del grupo se bajaron a la arena en varias ocasiones, para ofrecer algún lingotazo de wiski y también reclutaron a veces a gente del público para la puesta en escena de algunas canciones como “Una pareja feliz”. Un show muy divertido, con imitaciones a Freddie Mercury incluidas, que en general agradó mucho a un público que completó un buen aforo, si bien no tan masivo como el de la 1ª noche de la edición del festival.
La noche del pasado sábado aventuraba claramente la entrada de facto del otoño, notándose una buena bajada de las temperaturas y un vientecillo algo molesto que atizaba en la plaza de toros de Torrejón de Ardoz. Eso, juntado con el público familiar, hicieron que más o menos a las 23h, la audiencia se viera algo mermada para recibir a Danza Invisible. Para mí, claramente, era el principal atractivo de la noche y casi del festival, a la par con OBK.Hacía casi 7 años que no veía a los de Torremolinos tocar y se sigue constatando que Danza Invisible son los Dorian Grey de la música española, ya que cada vez están más jóvenes y vitales, sobre todo en lo referido a su cantante Javier Ojeda, por el que los años no pasan, manteniendo el brío, energía y nervio que tan bien le caracterizan.
Los malagueños andan en la gira de celebración de sus 40 años en escena. La última vez que les vi fue en la sala Ocho Y Medio en diciembre de 2015. En esta gira, el grupo ha recuperado muchas de sus canciones de su etapa pre-“Sabor de amor”, cosa que es muy de mi cuerda. Gracias a ello, sonaron piezas que nunca había oído en directo insitu del grupo como “Contacto interior” (instrumental que permitió a Javier Ojeda ausentarse unos minutos de las tablas, foto de aquí abajo), “Tiempo de amor” o “Al amanecer”.De “Música De Contrabando” sonaron muy bien las también para mí inéditas en directo “Mercado negro” y “Espuelas”, con la que la banda no escatimó para nada en su crudeza e intensidad, destacando mucho el bajo de Chris Navas en sus primeros compases. De este lp y del previo “Maratón”, no faltaron a la cita canciones adoradas por todos los seguidores de recorrido de Danza Invisible como “El ángel caído”, “Sin aliento” o “El club del alcohol”, que, por cierto, fue el único bis que ofreció el grupo para completar hora y 25 minutos de show. De esa época de Danza Invisible, solamente eché en falta a “El pintor y la modelo”.No obstante, en ese tiempo el repaso a su trayectoria fue muy completo, con capítulos como “Naturaleza muerta”, unida a “Reina del Caribe”, “Catalina”, “Por ahí se va” (con notable incursión de Javier Ojeda entre el público, cosa que repetiría en otras 2 ocasiones con “Sabor de amor” y en el bis con “El club del alcohol”, donde terminó con el torso desnudo. Javier, como es habitual, estuvo muy comunicativo y simpático con el público, demostrando una vez más el cariño que tiene a Madrid y alrededores en sus discursos.De mis momentos preferidos de la actuación, repitieron “Agua sin sueño”, siempre correctamente presentada por Javier Ojeda, que en esta ocasión reparó en lo que dice la letra en una de sus estrofas y “Sin aliento”. Me sorprendieron mucho, ya que no había mirado por ahí qué repertorio venía tocando el grupo este año, todas las canciones de sus primeros años que no había escuchado presencialmente en veces anteriores y me gustó bastante que Danza Invisible tuvieran a bien recuperarlas para su directo.El grupo sigue sonando fenomenal en directo, marca de la casa de siempre. Las guitarras de Antonio Luis Gil ofrecieron el exigente desempeño habitual, al igual que Manolo Rubio, siempre desde la retaguardia, completó el sonido con sus guitarras, a veces acústicas, y con sus teclados. Al margen, el grupo sigue con sus músicos de apoyo en directo, que completan bien la propuesta.Como el frío arreciaba y las obligaciones familiares de uno actualmente son las que son, no me quedé como en ocasiones previas a intentar saludar a Javier Ojeda, cosa que sí hizo mi amigo David Sánchez, el cual se hizo una foto con el siempre brioso cantante de la banda y previamente con músicos de La Banda Del Capitán Inhumano. Colofón a un buen festival “Locos X Los 80”, correctamente recuperado por el Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz, y que esperemos que en siguientes años (si es que no regresan pandemias y plagas de Egipto) nos siga trayendo a formaciones y artistas tan interesantes de ver como los que hemos podido disfrutar en esta ocasión. Un último apunto: un total acierto que el festival se haya celebrado en la plaza de toros, de esa forma podemos distinguir más fácilmente las experiencias con respecto a los conciertos de las fiestas populares o patronales que se celebran en la explanada contigua del recinto ferial.