En el centro de Madrid, calle Atocha, para ser más exactos, pudimos ver ayer a una legión de músicos canadienses, la extraordinaria banda The Sadies a presentar su último disco Colder Streams sin el desaparecido Dallas Good (cuya tela en la parte de atrás del escenario le recordaba en una foto junto a su hermano) y de teloneros estaba el dúo Kacy & Clayton, paisanos de ellos. Fueron Kacy & Clayton quienes iniciaron la velada, procedentes de Wood Mountain, en la provincia de Saskatchewan, Canadá, practican un folk tranquilo y con aire de Americana en algunos temas que hicieron de trampolín perfecto para lo que vendría después. Sonaron temas de su último disco Plastic Bouquet, como la propia que da título al álbum, de su disco de 2019 Carrying on sonaron High holiday o Providence place o su versión de White Butte country que editaron en el disco The siren's song de 2017.
The Sadies, la banda canadiense, son tan extraordinarios y extrañamente únicos, que el poder verlos en España en directo, me parece una de esas experiencias tan alucinantes, que cada vez que los vuelvo a ver, salgo encantado y a la vez, diciendo hoy han estado más melódicos, otras más en rollo bluegrass, otras más rockeros, cada noche lo que quieran y lo que les dé la gana porque van tan sobrados, tocan tan bien tantos estilos, y son tan geniales músicos, que lo hacen todo tan fácil... pero amigos no es fácil, os lo aseguro. Pero anoche era diferente ya de partida, sin Dallas, la banda sale a defender su último disco en formación de trío y Travis Good se encarga de todas las guitarras y de cantarlo todo, lo hace genial desde luego, pero la ausencia de su hermano es inevitable. Pero Sean Dean al contrabajo no da puntada sin hilo, mientras Mike Belitsky es una auténtica máquina de precisión a las baquetas. Luego está el asunto de los estilos, te hacen folk-rock-country, surf, del garage al rockabilly, del bluegrass al punk, sonidos fronterizos de spaguetti western, o la psicodelia con momentos de bastante acidez por cierto, todo ello que puede pasar incluso en medio de una misma canción.De Colder Streams cayeron Stop and start, More alone, Message to Belial, Better yet, All the good o No one's listening, que mezclaron con temas anteriores como Through strange eyes de su anterior y maravilloso Northern Passages, 10 more songs o Cheat.
Y luego vino la segunda parte del concierto, la más sorprendentemente positiva y buena, la fusión de The Sadies y Kacy & Clayton, haciendo temas en los que ella hacía la parte vocal que interpretaba Dallas, mientras Clayton tocaba la guitarra de escándalo, haciendo esa segunda guitarra que también tocaba el hermano de Travis. En esta parte también hubo espacio para canciones del último disco como Cut up high and dry o So far for so few, y también otras antiguas como Why be so curious? (Part. 3), Northumberland west o Pass the chutney. Kacy estuvo espléndida a la voz y dio un empaque preciso a las canciones, seria y sin alaracas. También oímos ese Ridge Runner Reel en la que la guitarra de Travis, va acelerando de manera magistral, hasta ir a mil por hora. Pretty Polly y Sunset to dawn aportaron el lado más celta, con ese violín tocado de manera bestial por Travis Good, aquellas composiciones que hicieron para una serie de televisión (The neighbors dog).En el lado negativo, la sala sigue sin convencerme, un terremoto en los pies (el bombo de la batería resonaba debajo), la iluminación fue penosa (y ya no es la primera vez) y el sonido tuvo problemas, pero los músicos supieron adaptarse y salir muy airosos.Os dejo con un momento de la primera parte, ese Through strange eyes por The Sadies.
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