Revista Cultura y Ocio
Comenzamos una intensa semana de conciertos asistiendo el
pasado miércoles 20 de noviembre de 2013 a la sala El Sol para ver el concierto
de presentación del disco de debut de Vipership, de título “Lately”, el cual,
como intuirán, en próximas semanas será protagonista en este blog con su
correspondiente revisión a fondo. Por buena amistad con uno de sus líderes,
Eduardo de la Mata
(como muchos sabrán, también colaborador en nuestro programa de radio), y
también por nuestra curiosidad musical, no podíamos perdernos una ocasión así. Tras a duras penas conseguir encontrar un sitio para aparcar
en la zona de Rubén Darío, llegamos a Gran Vía completando 3 estaciones de la
línea 5 de metro. Nada más llegar, a eso de las 21.50h, en las puertas de la
sala andaban Clara Brea, cantante y guitarrista de Vipership, y también el
propio Eduardo de la Mata,
saludando a muchos de los que iban llegando a las inmediaciones.
Nos fuimos a hacer tiempo tomando algo en una cervecería en
la misma calle donde pude mantener una agradable charla con unas amigas de
Eduardo, Sara y Laura (a las que saludo desde aquí). De hecho, nos despistamos
algo en la hora y entramos a la sala El Sol un poco tarde, cuando la actuación
de los teloneros llevaba en marcha un rato (en esta ocasión, no como el día de
Suede, la culpa es mía, ya que sabía perfectamente que había artista invitado y
la hora de su comienzo).
Con todo, nos dio tiempo a ver en acción a 61 Garage, los teloneros, durante
5 canciones. Quinteto de potentes cuerdas, en esas canciones nos mostraron
caras estilísticas muy diversas. El primero de los temas que escuchamos nos
evocaba a un rock clásico, de regusto americano, para en la siguiente canción
meterse de lleno en un tema más oscuro y a ratos muy enérgico. Las 2 últimas de
las canciones de su repertorio se movieron en un terreno más nuevaolero y
rítmico, terminando con una instrumental donde la maquinaria sonora de 61
Garage sonó arrolladora. Para entonces, su vocalista había cedido las voces a
uno de los guitarristas del grupo, que también se encarga de cantar temas. De
su cantante principal, digamos el que no toca instrumento (al menos el rato que
les vimos), destaco su potente voz, muy notable. A posteriori, tanto a mi como
a Laura nos dio pena no haber entrado puntuales a la actuación, ya que nos
sorprendieron muy gratamente los 61 Garage. Eduardo de la Mata ya me había anunciado
que serían de mi agrado y no se equivocó.
Poco después, sobre las 23.15h, las luces de la sala de
teñían de rojo para dar la bienvenida a Vipership. Primero salieron los músicos
Medina, encargado de la batería, el bajista Iván y Edu Ostos, que en el
concierto llevó parte de la percusión y teclados. Eduardo de la Mata se ganó una buena
ovación al salir en penúltimo lugar, pero los gritos principales llegaron
cuando Clara entró en escena. A modo instrumental comenzaron Vipership a
repasar su disco de debut “Lately”. El grupo siguió un orden alternativo al de
la grabación de estudio, por lógica para conseguir un mejor rendimiento de cara
al directo.
El primer tema reconocido fue “She loves her monkeys”. Permitió meter al
público de lleno en la actuación, cosa que refrendó “The sigh” a continuación. No
tardó mucho en llegar uno de los temas más potentes del disco, la apertura
forma (tras la primera “Lately” instrumental), “From another time”. Destaca
mucho en el directo de Vipership la destreza interpretativa y la limpieza de su
sonido. El muro sonoro a ratos contundente no es impedimento para escuchar bien
definido cada uno de los instrumentos y del papel de sus componentes. Me llamó
mucho la atención ese detalle y personalmente me considero un tío que he vivido
ya unos cuantos conciertos, hecho relevante para que eso me llame la atención
en una actuación.
Además, Vipership ofrece pequeñas y sutiles variaciones en
la instrumentación de los temas en el directo, aportándolas un toque personal,
cosa parecida a lo que hacían en su día con notable maestría los Talking Heads;
ahí tuvo mucho que ver los papeles en los teclados de Edu Ostos. Eso siempre es
de agradecer, ya que escuchar las canciones tal y como suenan en el disco puede
resultar algo plumbeo. Sin embargo, se corre a veces el riesgo de que las
variaciones jodan una canción; Vipership se movieron en el terreno de lo
correcto en este apartado.
El concierto estuvo bien medido. Tras un sector medio en el
que la gente podía tender a la dispersión, Clara, Eduardo y los demás nos
metieron entre pecho y espalda “Lobster monster”, una de las pistas más
memorables del disco, o al menos de las que más fácilmente llaman la atención
desde la primera escucha, por ese equilibrio entre lo íntimo y lo contundente
que ofrece. Se vieron a las langostas del tema artístico visual del diseño del
disco “Lately” en el telón de fondo, elemento que Vipership supieron utilizar a
la perfección. Por cada tema nos ofrecieron una proyección distinta que
acompañaba visualmente a cada canción, siempre con motivos artísticos visuales
del diseño del libreto y portada del álbum.
Vipership consiguieron cerrar con temas ganadores. Para afrontar
el tramo final, y tras una pequeña broma de Clara que (con cierto doble
sentido) dijo que era un tema nuevo, llegó el turno de la representativa
canción “Here comes the rain”. Una canción potente, directa, rotunda, con unos
cambios de ritmo vertiginosos y que en definitiva fue el tema de presentación
de Vipership en sociedad. El final del concierto llegó con “Babble”, quizás una
de las mejores composiciones de “Lately”, y que con mucha razón está calando
bastante entre los que seguimos al grupo. Antes hay que destacar que el grupo nos deleitó con el temazo bailabe “So busy”, quizás una de mis favoritas del debut de la formación. En todo caso, lo que les dejamos insertado a continuación es un fragmento de “Babble” que grabamos.
Se llegó a la hora de duración y como reconoció el propio
grupo, no había para más. Eduardo de la
Mata me comentó días previos al concierto que barajaron
incluir alguna cover, como hubiera sido el “Playground love” de Air (de la
banda sonora de “Las Vírgenes Suicidas”), pero por uno u otro motivo finalmente
no pudo ser; una pena. Vipership ofrecieron un gran concierto. Presentaron con
fuerza e ilusión su debut discográfico ante una sala El Sol que si no rozó el
lleno poco le faltó, y ante un público muy entregado, sobre todo en las
primeras filas (incluso hubo algún que otro momento en el que el bailoteo pogo
prendió mecha). Clara Brea se encargó de darle a su guitarra eléctrica con la
misma entrega que se encargó de las voces principales, donde Eduardo de la Mata la apoyó con coros
puntuales muy bien llevados. Eduardo, no podía ser de otra forma, tocó
excelentemente. Aunque en Vipership el protagonismo lo lleva principalmente
Clara, de la que hay que destacar su expresiva mirada en escena, a Eduardo le
conocemos su potencial como frontman y agitador en sus conciertos con otra
banda de la que forma parte: Clase Y Criterio.
Eran las 00.10h aprox. cuando se retiraban del escenario
Vipership, y tocaba retirada. Me dio tiempo a felicitar a Eduardo de la Mata antes de que abandonara
el escenario y tiramos para el metro. Desde aquí quiero mandar un “caluroso”
saludo al hijo/a de puta que en la calle Modesto Fernández de la Hoz este miércoles a la
hora del evento, al pasar con su coche, se llevó por delante el retrovisor
derecho de mi Renault Clio, estacionado en línea dentro de los límites marcados
por la zona verde y sus rayas delimitadoras. Un cabrón/cabrona, que en un “claro
ejemplo de civismo”, no me dejó anotados sus datos de seguro. Le deseo que
sufra al menos 7 cánceres, se recupere de los mismos tras sufrir mucho y
posteriormente palme de un mísero resfriado.
Disculpen ustedes mi desahogo personal, pero supongo que
sabrán comprender mi grado de indignación, sobre todo en una época de mi vida
en la que (más que nunca) no me sobra el dinero. Intentaré alejar este hecho
desgraciado aislado de la experiencia musical en sí, ya que un evento tan
notable como fue el descrito no merece que un acto como éste lo empañe.
Vipership estuvieron muy bien (y también 61 Garage) y eso es lo que importa de
todo esto.