Revista Conciertos

Conciertos de una noche de verano: Depedro

Publicado el 16 octubre 2010 por Sextohombredigital
Conciertos de una noche de verano: DepedroEl pasado 5 de septiembre, dentro de la programación de La Rioja Capital (una iniciativa cultural que une el vino de la tierra con distintas disciplinas artísticas), unos pocos afortunados tuvimos la suerte de disfrutar de un concierto de lo más especial, el que nos ofreció Jairo Zavala (Depedro) junto a su banda.
Se daban las condiciones para un concierto perfecto, y es que el lugar era un lujo (el patio de las Bodegas Corral de Navarrete), la noche cálida y estrellada y, por si esto fuera poco, nos esperaban unas cuantas botellas de vino para brindar por la buena música cuando acabara el recital. El evento tenía un aforo limitadísimo (alrededor de cien personas), y entre el público, a primera vista, muy poca gente que realmente supiera quién es Depedro y a qué suenan sus canciones. Gente mayor, señores trajeados y extranjeros de bigotes imposibles fueron tomando asiento mientras las luces se iban apagando y, sin hacerse esperar demasiado, Jairo subió a la tarima entre aplausos y, por qué no decirlo, el embelesamiento del género femenino en general, suspirante por sus ojos y patillas.
Conciertos de una noche de verano: DepedroSi hasta el momento todo iba sobre ruedas, sólo nos hizo falta escuchar una canción para darnos cuenta de lo acertado que había sido comprar las entradas con bastante antelación. Depedro, que venía con un nuevo disco a punto de publicar, fue abriéndonos de par en par las puertas de Nubes de Papel gracias a su nítida voz, un puñado de canciones preciosas y unos músicos impresionantes acompañándole. Abrió el concierto, como decía, con La brisa, un tema nuevo que hizo diana en mi pecho, y desde ese mismísimo momento estuve a merced del suave oleaje que provoca su voz y esa capacidad para acercarse a sonidos fronterizos. Jairo fue desmenuzando a la luz de la luna su nuevo trabajo mientras sus compañeros, como si de un partido de volleyball se tratara, rotaban con los instrumentos con una facilidad y naturalidad pasmosas. Pianos, guitarras, trompetas, bajos, violines, ukeleles o mandolinas pasaban por sus manos para darle forma a Todos lo saben, Levanta, Tu mediodía, Nubes de Papel, Empty Fields o la curiosa versión del What goes on de The Velvet Underground para disfrute de un público que se animaba cada vez más.
Conciertos de una noche de verano: DepedroTambién hubo, cómo no, tiempo para los temas de su álbum de debut, canciones que ya se han convertido en clásicos como Como el viento, Two parts in one, La memoria, Llorona, Don´t leave now o Comanche, que terminaron por completar una noche redonda. Después de un par de bises obligados por, ahora sí, un público entregadísimo, Depedro se bajó del escenario y no, no se fue a los camerinos, si no a las mesas donde esperaban las botellas de vino. Se mostró simpático y accesible, e incluso estuvo un rato en el stand de merchandising echando una mano ante la muchedumbre ansiosa de discos, camisetas, chapas o cualquier objeto que les permitiera recordar el nombre del chico con patillas que tenía una voz muy bonita y cantaba canciones preciosas. Depedro, señor@as, se llama Depedro. Aunque quizá lo recuerden mucho mejor de lo que yo pienso...
"Como el viento"

"Two parts in one"

"Llorona"

"La memoria"

"Nubes de papel"

"Cuando el día se acaba"

"Te sigo soñando"

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