Las voces de Concha Buika, Noa y Miguel Poveda protagonizan el ciclo a la vera del Teatro Falla
La libertad, de plaza en plaza. Concha Buika, Noa y Miguel Poveda protagonizan el fin de semana central de la programación musical que el Ayuntamiento gaditano vuelve a sacar de paseo, a falta de un auditorio en condiciones, otro verano sin el Teatro Pemán. Con la música, a otra parte, en esta ocasión a la plaza del Falla, que se estrena en estas lides, como ocurriera con notable éxito con la Catedral. Triplete de categoría, dos mujeres de tronío y el cantaor capaz de revolucionar el cante, la copla y el arte escénico. Una mallorquina de origen guineano, una israelí con vocación neoyorquina que abraza la causa de la paz y un catalán de Badalona contagiado por el compás del sur. Los conciertos por la libertad ofrecen, desde esta noche hasta el domingo, un crisol de culturas, la pasión por la música sin fronteras y la visión del mundo de tres figuras irrepetibles.
Las amarguras no son amargas cuando las canta Chavela Vargas y las escribe un tal José Alfrendo Jiménez. Ya lo canta Sabina en el bulevar de los sueños rotos. Concha Buika convida esta noche al "último trago", homenaje sonoro y sentimental a la cantante mexicana en su noventa cumpleaños. Buika parece tan libre como Vargas, ya lo demostró en sus comienzos y sigue luchando por su peculiar estilo. Su voz creció en los bares, donde por cierto una ley urbanística impone el silencio en Cádiz. L artista balear, de padres guineanos, se atreve con casi todo, no en vano trabajó como doble de Tina Turner en Las Vegas, colaboró con la Fura del Baus o asombró a todos con "Mi niña Lola". El productor Javier Limón conoce los recovecos de su arte exclusivo. Concha se lanza ahora a interpretar el universo de Chavela, quién supiera reír como llora Chavela, la noche promete.
La israelí Noa cierra mañana su gira española en Cádiz, cinco años después de su última visita. Viene con su trío y la hija que acaba de dar a luz. Viene a subrayar su defensa de la tolerancia, la paz y el entendimiento entre los pueblos. Canta por el diálogo, por el mestizaje, por la libertad absoluta, y combina influencias de origen yemení con guiños al jazz que le embaucó en Nueva York y ecos de cantautores como su adorado Leonard Cohen. Entre la tradición y la modernidad, Noa brilla en directo como nadie, sus cientos de conciertos alrededor del mundo lo atestiguan. Noa posee una voz tan hermosa e inconfundible, y una personalidad tan libre como indómita.
Las coplas del poder y del querer, según Miguel Poveda, culminarán el ciclo estival en la noche del domingo, acaso con el retorno del Levante. El artista catalán triunfó días atrás en el teatro Grec de Barcelona con su ya archiconocido espectáculo de tributo a la copla, con el gran Joan Albert Amargós al frente. Pronto se editará una versión especial del disco que ha supuesto la consolidación del fenómeno Poveda, con extras y temas en directo. Directo al corazón, el cantaor clava en la gente alfileres de colores, piezas de toda la vida, palos imposibles, y toquetazos flamencos de impresión. El hechizo de Poveda no cesa. Cuentan que Chicuelo lo bordó la otra noche, y que Poveda hipnotizó al personal con su compás clásico y rompedor, respetuoso y arriesgado. Vehemente y tierno, Poveda a nadie deja indiferente. Otro espíritu libre para los conciertos por la libertad.
Julio, Verano, Diario de Cádiz