Revista Empresa
Somos conscientes que las empresas de hoy cada vez más invierten recursos para que sus profesionales puedan conciliar el trabajo y la vida personal. Esto se debe al hecho de que se ha identificado como una prioridad la captación y retención del talento y se sabe que la conciliación de la vida personal y laboral aporta competitividad. Desde mi visión como coach, la perspectiva desde la que se implantan la mayoría de los proyectos de conciliación laboral en las empresas se han llevado a cabo de manera unilateral. A lo que me refiero es que las empresas son las que han impulsado las políticas, las medidas y los procedimientos para avanzar hacia la cultura de la conciliación y el modelo EFR; cuando el concepto de conciliación es más un asunto personal que afecta a la empresa que un asunto organizacional que afecta a la persona. La nueva perspectiva de oportunidad que se nos abre en este tipo de proyectos de empresa es ¿qué pueden hacer las personas para mejorar sus vidas y su rendimiento en la organización?, mientras que la perspectiva inicial se enfoca en qué puede hacer la empresa para generar un mayor equilibrio entre la vida personal y profesional de sus empleados. El Coaching para la Conciliación, dirigido a los mandos intermedios y directores de las empresas, se configura como un elemento diferenciador de valor que acompaña a los procesos de conciliación, creando un espacio de reflexión y de refuerzo necesario para alinear el liderazgo de cada uno con los valores y el compromiso estratégico de presente y futuro de la empresa en materia de conciliación. Esto nos lleva a procesos de reflexión profundos, de cambio de ciertas creencias, cambio de esquemas mentales que limitan la consecución de objetivos y de formación específica, elementos que incorporo en los proyectos de conciliación liderados por tatum en la contribución a resultados sostenibles para nuestros clientes.