Sin penas ni gloria culminó el curso de instrucción para mercenarios que tuvo lugar en una mansión de Miramar, en La Habana bajo en el engañoso nombre de Festival Clic, informó Cambios en Cuba.
No obstante, el hecho de que los organizadores del evento, los funcionarios de la Oficina de Intereses de La Habana, asistieran a la clausura indica el valor que le dan al mercenarismo, a los patrocinadores y a lo que se vincula a todo ello: subvertir el escenario cubano mediante fondos públicos o secretos del gobierno norteamericano a través de sus agencias.
Por otra parte, no es solo tema de dinero que preocupa tanto a los asalariados de la SINA que pretende ampliar su nómina, sino lo que están ensayando con tras tales entrenamientos: una pretendida revuelta organizada desde las redes sociales para dar un pretexto de intervención, una frustración para Washington, un sueño no realizado de diez administraciones y un desamparo moral para Obama, que cuando se lo propone le alza la voz a Cuba y ésta no se lo tolera.
En las fotos el auto de la vice cónsul de la representación diplomática norteamerica en Cuba Andrea Jo Arment.
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