1er Concurso de Relatos Breves Asun
Casasola
El terrorismo contra la mujer y el machismo son una realidad que, a día de hoy en nuestro país, ya se ha cobrado la vida de muchísimas mujeres. Según las estadísticas del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en 2014 son 53, sí 53 mujeres, las asesinadas por sus parejas o por "hombres" que se creyeron superiores cuando no lo eran (si se les puede dar ese nombre, cosa que no creo). En los primeros 25 días del año 2015 ya son 2 las mujeres asesinadas, 2 mujeres que por desgracia inician la nueva lista de víctimas del machismo para el nuevo año, a manos de una panda de desgraciados para los que el diccionario se queda corto a la hora de encontrar los peores calificativos posibles para ellos. Siento muchísimo el dolor de las familias que han perdido a sus madres, hijas, hermanas, sobrinas, nietas y amigas. Esta es una trágica realidad que nos incumbe a todos, no son hechos aislados. Para colmo, encima debemos sentirnos afortunadas de ser ciudadanas de un país del "Primer Mundo", cuando no muy lejos de aquí, en aquellos lugares que irónicamente consideramos menos "civilizados" como si ya nuestras naciones fueran perfectas en este sentido y en muchos otros, a las mujeres se las somete y mata de innumerables maneras: son violadas, denigradas, reducidas a un mero objeto, despojadas de sus derechos como seres humanos y asesinadas de las formas más imaginativas y crueles, solo por ser mujeres.
Dentro de nuestra sociedad existen muchas maneras de contribuir a que este terrorismo se perpetúe. Comienza con estereotipar los juguetes que según los adultos opinamos son más propios de un sexo u otro, con el lenguaje que empleamos ("los chicos son siempre muy listos, si no sacan mejores notas es porque están distraídos, si las chicas tienen notas brillantes es porque son muy trabajadoras"), con la forma de tratar a uno y a otra, con los papales que tienen sus padres en casa, con la falta comunicativa con los hijos (¿cuántas veces se le dice a un niño: "has de respetar a las chicas y la violencia nunca ha de ser una opción"? ¿y a las chicas: "tienes que respetarte a ti misma y nunca tolerar que ningún chico te someta verbal o físicamente porque tú no eres menos que él y puedes lograr todo lo que te propongas"?), con los chistes del idiota de turno sobre las mujeres, luego cuando crecen (a excepción del sector público) ya se sabe que van a ganar menos ellas que ellos por el mismo trabajo, y no hablemos de las dificultades que la vida nos pone a las mujeres para ascender puestos en nuestros respectivos trabajos (la maternidad está muy mal vista, y ciertos sectores critican esto hasta en los medios de comunicación. Menudo escándalo que una política esté embarazada, "quizá eso merme su capacidad para hacer bien su trabajo").
Si sumamos las mujeres asesinadas por violencia de género en los últimos cuatro años, solo en España, obtenemos la cifra de 161 personas a las que han matado impunemente por ser consideradas inferiores. ¿Dónde está la ley? ¿De verdad se puede considerar que se hace lo suficiente? ¿Y si este terrorismo fuera perpetrado por organizaciones
de otras índoles o fueran lobos solitarios que defendieran otras ideas? ¿Y si cada año viésemos esas cifras como víctimas de atentados? ¿No tendríamos más miedo de que cada año se asesinara a medio centenar de personas sin más y que viéramos que no se le pone remedio? Pero claro, esto es violencia de género, si a ti no te toca qué más da.
Pues esta entrada no la escribo con afán de ponerme moralista ni reivindicativa, sino porque hace un par de días la asociación TAS (Txingudi Anti Sexista), que lucha contra la violencia de género y el machismo, me escribió para que os contara su nueva iniciativa. Se trata del primer Concurso de Relatos Breves Asun Casasola. La señora Asun Casasola es la madre de Nagore Laffage asesinada en los Sanfermines de 2008 por un hombre al que apenas conocía y que no fue capaz de entender que no, significa no.Os pongo a continuación el contenido del correo que recibí:Hola,
Y para invitaros, sabiendo de vuestra pasión por la literatura, a difundirlo en vuestros blogs o a participar en el concurso !si lo estimáis conveniente, claro!
La iniciativa nace desde la necesidad de concienciación contra la violencia hacia las mujeres que nos une a los colectivos de Txingudi Anti Sexista( que formamos 17 agentes de Irun, Gipuzkoa, entre asociaciones de mujeres, de vecinas...) por un lado, y por el reconocimiento y la memoria por otro.
Asun Casasola es un ejemplo de lucha, lucha para vivir en una sociedad sin violencia hacia las mujeres.
Desde que perdimos a Nagore Laffage, Asun ha trabajado y sigue haciéndolo, para que nadie tenga que sufrir lo que le sucedió a su familia; participando en el documental, movilizándose, y acudiendo a la llamada de colectivos que defienden la igualdad.
Con este concurso, desde su pequeñez los colectivos que formamos Txingudi Anti Sexista, queremos poner en valor el trabajo realizado por Asun, y mantener vivo el recuerdo de Nagore; porque Nagore somos todas.
El tema de los relatos breves será: “Vidas libres de violencia machista”.
Más información:https://asuncasasolaipuinak.wordpress.com/
Con el mismo queremos trasmitir la necesidad de trabajar en conjunto hacía una sociedad en igualdad.
Muchas gracias.
¡Piensa! ¡Escribe! ¡Y si quieres...Difunde!
TAS (TXINGUDI ANTI SEXISTA)
Me parece muy bien que se lleven a cabo iniciativas como estas, aunque solo sea para recordarnos que aún quedan muchos derechos por los que luchar y que defender. La igualdad es posible, siempre y cuando, todos (mujeres y hombres) nos comprometamos a que sea una realidad tangible y no una utopía plausible.
Muchísimas gracias a TAS por su labor contra el machismo y el genocidio de mujeres por parte de bestias que se creen hombres, y por compartir con todos nosotros éste concurso cuya participación ojalá sea alta.Espero que a vosotros, mis lectores aventureros, esta entrada os haya servido como mínimo para reflexionar y que si queréis darle apoyo a dicho concurso participéis y/o lo difundáis en las redes. Esta es una buena forma de ejemplarizar como la literatura se puede emplear, no solo como instrumento para nuestro entretenimiento y enriquecimiento personal, si no como herramienta para luchar por la justicia y la igualdad para todos los seres humanos.