El Tribunal Provincial de La Habana condenó a la pena capital a dos ciudadanos cubanos por el asesinato de cuatro turistas -dos italianos, un canadiense y una alemana- entre noviembre de 1997 y septiembre del año pasado. En todos los casos, el móvil de los crímenes fue el robo.Las autoridades cubanas informaron de que los dos condenados a muerte son Sergio Antonio Duarte Scull y Carlos Rafael Peláez Prieto, quienes actuaron en complicidad con José Raúl Hernández Díaz y Lázaro Alexis García, también de nacionalidad cubana. Estos dos últimos fueron condenados a 15 años de cárcel en el mismo juicio, que se celebró a puerta cerrada en el Tribunal Provincial de La Habana.
Asalto a un español
La policía tardó varios días en identificar a los turistas, pues los asesinos se llevaron todos los documentos y el dinero de las víctimas. Las autoridades informaron que la detención de los cuatro implicados en el crimen fue posible gracias a un turista español, que escapó con vida de un asalto, y posteriormente describió un retrato-robot de los delincuentes.Según el turista español, cuya identidad no ha sido revelada por las autoridades de la isla, dos cubanos le asaltaron a mediados de 1998 y, tras robarle la cartera, trataron de matarle a tiros. Sin embargo, debido al mal estado del arma, la pistola no llegó a funcionar. La situación provocó un gran desconcierto entre los dos delincuentes, momento en el cual el turista aprovechó para huir.
Tras ser detenidos, los integrantes de la banda reconocieron su participación en dos asesinatos más: el de una ciudadana alemana, en noviembre de 1997, y el de un canadiense de origen iraní, también en ese mismo año. La policía reveló que llevaba meses tras la pista de estos delincuentes, que habían cometido varios asaltos y asesinatos en la zona de Guanabo. Los dos sentenciados a la pena de muerte tienen derecho a apelar la sentencia ante el Tribunal Supremo. Si el fallo es confirmada, el sumario pasará al Consejo de Estado, única instancia cubana que puede conmutar la pena de muerte por la de 30 años de reclusión.
Esto último parece altamente improbable, dada la actual ofensiva desatada por las autoridades contra la delincuencia y la exigencia de sanciones ejemplarizantes hecha recientemente por el propio presidente de Cuba, Fidel Castro.
El pasado 5 de enero, el mandatario cubano abogó por aplicar la ley con "mayor severidad" para frenar la delincuencia, e incluso pidió, ante un auditorio de 5.000 policías en el teatro Carlos Marx, que se instaurase la cadena perpetua en la isla y se aplicase la pena de muerte para determinados delitos. "Espero que nuestros jueces no tengan la debilidad de dejar de aplicar la pena capital" para sancionar algunos delitos que hacen mucho daño al país, dijo Castro en esa ocasión.
En la actualidad, varias personas están condenadas a la pena de muerte en la isla, la mayoría por asesinato y delitos contra la seguridad del estado. La última persona condenada a muerte en Cuba fue Norberto Cabrera Mejías, de 46 años, que en 1996 fue hallado culpable de haber cometido ese año cuatro violaciones, entre otros delitos.
La pena de muerte se aplica en Cuba por fusilamiento. El último caso en el que actuó el pelotón de fusilamiento fue en agosto de 1994, cuando fue ejecutado Félix Oviedo Aguilera, cabecilla de una banda juvenil y principal responsable del asesinato de un joven que viajaba en un autobús.