Bridget Jones (Renée Zellweger) es una treinteañera de la ciudad de Londres que trabaja en una editorial y ve cómo sus noches pasan solitarias junto a su sofá, su televisor, su bebida, sus cigarrillos y sus kilitos de más. Su familia, como siempre, trata de emparentarla con un pretendiente, en esta ocasión el señor Darcy (Colin Firth), pero el primer encuentro no resulta nada bueno. No obstante, con quien sí consigue un inesperado lío es con su propio jefe en la editorial, Daniel Cleaver (Hugh Grant), que comienza con el intercambio de mensajitos por ordenador en la oficina. Pero está lejos de haber encontrado al hombre de su vida ya que el mujeriego Cleaver la abandona por otra y Bridget vuelve a quedarse sola. Pero aparece de nuevo en escena el señor Darcy, que asegura amarla tal y como ella es.
Tras la cena de parejas, Bridget está en el vestíbulo, recogiendo sus cosas para irse, cuando Mark baja las escaleras para hablar con ella.
- Mark Darcy: Me gustó mucho tu reportaje desde el parque de bomberos de Lewisham. (Esto no es autorrevelación, ya que el reportaje del parque de bomberos fue un caos y el comentario es irónico)
- Bridget Jones: Gracias.
- M.D: Si, bueno… Así que… ¿No te fue bien con Cleaver?
- B.J: No, no funcionó.
- M.D: Me alegro mucho.
- B.J: Oye, ¿acaso has tramado algo con Cosmo? Porque pareces tomarte muchas molestias por intentar hacerme sentir como una idiota cada vez que te veo. Y no preocupes, no tienes por qué hacerlo. Ya me siento como una idiota casi todo el tiempo sin tu ayuda. Con o sin barra de bomberos.
(Suena el timbre de la puerta)
- B.J: Debe de ser mi taxi. Buenas noches.
- M.D: Oye, perdona si… Si he estado…
- B.J: ¿Qué?
- MD: No creo que seas idiota. Bueno, sí que hay ciertos aspectos ridículos en ti... tu madre es muy interesante. Y realmente eres una oradora terriblemente mala. Y sueles soltar lo primero que te viene a la cabeza sin tener en cuenta las consecuencias. Comprendo que cuando nos vimos en el bufé del Pavo al Curry estuve imperdonablemente grosero... y llevaba un jersey que mi madre me había regalado el día anterior. Lo cierto es que...lo que intento decirte con mucha dificultad es que en realidad, y tal vez a pesar de las apariencias, me gustas muchísimo.
- BJ: A pesar de que fume, de que beba, y tenga una madre vulgar... y diarrea verbal...
- MD: No, me gustas muchísimo... tal como eres.
Con la Autorrevelación, fomentas la comunicación, estimulas que los demás se sientan receptivos ante ti y te vuelves una persona de confianza. No se trata de halagar gratuitamente, realmente reconoces una cualidad positiva de la persona a la que te diriges. ¿De qué manera puedes hacerlo? Sonríe a la persona, mírale a los ojos, sé sincero y dile lo que te gusta de ella o felicítala por algo que haya hecho bien.
Con la Autorrevelación, conseguimos crear una conexión positiva con otra persona y fomentamos una retroalimentación positiva.
Conductas Asertivas I
Conductas Asertivas II: Disco Rayado
Leticia Ruiz
Beatriz Alberto