En el artículo de hoy hablaremos sobre las instalaciones de ventilación. En el blog de teoriadeconstruccion.net estamos habituados a contarte novedades sobre materiales, sistemas constructivos, normativa e instalaciones. En este caso combinamos todos estos temas para llegar al detalle, en concreto expondremos todo lo que necesitas saber sobre el suministro de conductos para ventilación y cómo debes de elegirlos.
La normativa en materia de conductos de ventilación industrial está recogida dentro de las normas del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), junto con el resto de normas que aplican a los sistemas de ventilación industrial. Sobre este tema existe más normativa, en concreto las normas UNE de normalización que establecen los criterios técnicos que deben cumplir los conductos de ventilación. Cuando hablamos de ventilación industrial con conductos metálicos debemos de acudir a las normas UNE-EN 12237 para conductos metálicos y UNE-EN 13403 para conductos no metálicos.
Independientemente de su material exterior, su revestimiento interior deberá resistir la acción agresiva de los productos de desinfección y su material interior deberá tener una resistencia mecánica que sea capaz de soportar los esfuerzos a los que estará sometida durante las operaciones de limpieza mecánica que establece la norma UNE 100012 sobre higienización de sistemas de climatización.
Foto de Lillian Katrine Kofod en PexelsA la hora de calcular los tubos se controla normalmente la velocidad y presión máxima permitidas en los conductos, que dependerá del tipo de construcción, y el diseño de los soportes de los conductos, siguiendo de forma habitual una intención de que el aire tenga un flujo laminar y no turbulento.
¿Para qué necesitamos una ventilación y una renovación de aire?
Tenemos que entender la ventilación como una necesidad vital. Te imaginas estar en un cuarto de baño sin ventanas, después de una ducha, generando mucho vapor… ¿Y si tuvieses ventana, y sin embargo está lloviendo en el exterior y hace frío en el exterior?
El metabolismo vital de las personas exige un determinado consumo de oxígeno en función de variados factores tales como el tamaño, sexo, tipo de actividad, duración de la misma, etc., lo que obliga a una renovación mínima del aire de los ambientes habitados. A la hora de calcular la instalación se tiene en cuenta el uso, residencial y para otros edificios.
Normalmente la tasa de ventilación se tomará como requisito personal de cada uno de los ocupantes de un local. En algunos casos, se hará tomando una tasa por unidad de superficie, cuando sea difícil determinar el número de ocupantes o el requisito de ventilación lo determinen aparatos mecánicos.
a) Ventilación para edificios de vivienda.— La ventilación mínima atenderá a criterios de supervivencia, de salubridad, de economía y, fundamentalmente, de comodidad («confort»). Las tasas de ventilación mínima para locales de vivienda, se establecen de acuerdo con la normativa (CTE-DB-HS-3). Ha de tenerse en cuenta que hay un caudal de admisión que es la suma de los correspondientes a los locales vivideros (estares, dormitorios) y otro de extracción, suma de los correspondientes a cocinas y aseos (excluyendo la ventilación adicional). El caudal total que ha de ventilar la vivienda será el mayor de ellos.
b) Ventilación para otros edificios.— Para edificios de uso distinto de la vivienda, el RITE7 determina los caudales mínimos de ventilación, a partir de la calidad del aire interior requerida para cada uso. Se expresan los caudales correspondientes a casos normales, con ocupantes con actividad ligera (1,2 met), con solo contaminación de origen humano, a casos de locales en los que esté permitido fumar en las mismas condiciones que el anterior, y a casos de locales no ocupados permanentemente por personas (almacenes y similares), según las distintas calidades del aire que pide el Reglamento, sin tener en cuenta la calidad del aire exterior
El ajuste de la instalación a la hora del cálculo es importante, sobre todo para no tener una renovación excesiva, que puede repercutir desfavorablemente en la economía de la climatización.
Materiales de los conductos de ventilación
Debido a sus características estéticas, mecánicas y constructivas, la chapa de acero galvanizada es una opción popular en la fabricación de conductos debido a su resistencia a la corrosión y durabilidad. Los tubos construidos con chapa de acero galvanizada garantiza que sean conductos robustos y confiables, incluso en entornos exigentes.
Cuando la exigencia es excepcional se buscan aplicaciones que requieren una resistencia a la corrosión y una alta durabilidad, la chapa de acero inoxidable es la elección ideal. Elegir una chapa de acero inoxidable de grado superior para crear conductos hace que estos sean ideales para entornos químicos, alimentarios y marinos.
La chapa de aluminio es una opción ligera y versátil que se adapta a una variedad de aplicaciones de conductos. Se trata de conductos resistentes a la corrosión y fáciles de transportar e instalar, aunque son mas blandos frente a posibles golpes. Son una buena opción cuando se requiere una solución eficiente y liviana.