Revista Diario

Conferencia de Carlos González II parte y conclusiones

Por Belen
De cara a la introducción de alimentos teniendo como base la lactancia materna, Carlos González nos dejó claro que la concentración grasa en la leche materna aumenta con el paso del tiempo. Esto quiere decir que la leche de la madre aportará un número de nutrientes fundamentales. Y la alimentación debe ser vista como un complemento no como una sustitución. Al menos hasta que el niño llegue al año de edad.
Y llegó el turno del Baby Led Weaning. Ya hace algunos meses, Eloísa nos hablaba en profundidad sobre el tema en su blog Una maternidad diferente. Gracias por documentarlo tan estupendamente.
Algunos de los principios básicos de esta alimentación son:
Presentar al niño los alimentos progresivamente.
Dejarle libertad para que coma lo que quiera.
No forzar.
Sentar al niño en la mesa para que coma con la familia, y así fomentar la imitación.
Respetar sus ritmos.
Cereales nunca en la leche del biberón.
Los niños que tomen pecho pasarán directamente a beber en vaso, sin pasar al biberón.
Los niños que tomen biberón pasarán a tomar leche de vaca directamente en vaso a partir del año de edad.
Presentar al niño los alimentos en trozos y no triturados.
Fomenta el desarrollo oculo-manual del niño (coger los alimentos que ve y llevárselos a la boca).
Esto por citar los que más se tratarón en la charla.
Todo esto, que parece tan obvio, la mayoría de los padres no lo cumplimos. La sociedad está tan empeñada en que los niños han de tomar una medida en concreto que se nos olvida que ellos se saben regular maravillosamente bien.
Me llamó la atención del folleto del BLW que nos presentó esta imagen que os muestro donde se dice claramente que los cereales no se mezclan con la leche. Curiosamente en nuestro país es lo primero que se da, o bien en biberón o bien a modo de papilla.

Conferencia de Carlos González II parte y conclusiones
Otra idea errónea que tenemos o que nos han transmitido es que los niños han de tomar al menos medio litro de leche. Esto es cierto, sí, pero solo hasta el año de edad. Curiosamente muchos niños a partir de ese momento reducen el consumo de lacteos (mi hijo sin ir más lejos). Otros niños seguirán tomando su medio litro o incluso más. De nuevo, insistir que cada niño es distinto y tiene unas necesidades o unas preferencias.
A partir del año según CG y muchos pediatras, es aconsejable dar la leche en vaso y retirarles el biberón. No porque sea malísimo o vaya contra su salud, sino porque con el paso del tiempo se le querrá quitar y cuanto más crezca más difícil será hacerlo. Es obvio que con el biberón tomarán más leche que en el vaso, el esfuerzo es menor. Y a veces, las madres y los padres, nos dejamos llevar por esto de “cuanto más mejor”. Pero este principio no siempre es el correcto. Con un año de edad un niño es perfectamente capaz de beber de un vaso, si tiene asas mejor, lo cogerá más firmemente y será más sencillo. No necesita tetinas, no necesita medidas exactas. Y si bebe menos leche, será que necesita menos.
Me gustó mucho la idea que expuso sobre “las ventanas de oportunidades”, los niños tienen momentos óptimos para probar nuevas habilidades, ya sea relacionado con la alimentación, con la motricidad, con los hábitos. Y esas ventanas los padres debemos aprovecharlas. Si vemos que aunque no tenga dientes, nuestro hijo come alimentos desmenuzados con 8 meses, y le gusta, lo traga bien, y pide más, ¿por qué empeñarnos en darles puré?. Démosle más comida porque parece que su ventana se ha abierto. Eso nos evitará un doble tránsito, pasar primero del pecho o biberón a los purés y de los purés a la comida en trozos.


La conferencia dió para mucho, una exposición estupenda del tema, bromas, chistes, risas, preguntas de los asistentes, respuestas del Doc a tutiplén.


Hasta nos dió algunas referencias bibliográficas interesentes y que desde luego no dejaré de leer:


Necesidades de la infancia de Brazelton & Greenspan (Editorial Graó).


El sueño del bebé sin lágrimas de Elisabeth Pantley.


Gracias Doctor por una charla tan aleccionadora, por su buen humor, por saber tratar a todos los que allí nos encontrábamos, por su puntualidad y seriedad, por su paciencia, por su cordialidad, por su saber. Tenía pendiente una cita con usted y ha sido todo lo buena que imaginaba sería. He aprendido, me he divertido y deseo repetir. Espero poder volver a escucharle pronto.


Gracias Teta Reina por tu compañía, por compartir conmigo esa mañana lluviosa de sábado, las dos lo disfrutamos con la misma intensidad.


Gracias Besos y Brazos, por la impecable organización, por vuestro empeño y esfuerzo.


Siento haber tardado en contar el resto de la conferencia, entre enfermedades propias e infantiles todo ha sido un poco caótico esta semana. Pero prometo (que estamos aún en campaña electoral) que la próxima semana mamá sin complejos volverá al mundo online como bien se merece.


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