Los dulces acordes de tu voz habitan en mi memoria.
Tus cálidos besos conquistan mi alma.
Nada se compara a la suavidad de tu piel, manto protector de mis noches.
Tu calor alimenta mi pasión llevándome al mundo de las sensaciones infinitas.
El sonido de tu voz hechiza mis manos guiándolas por la geografía de tu isla.
Mis entrañas conquistan tu templo saciando mis ansias de ti.
Tus cadenas son una dulce condena.
Tu embrujo llena de luz mi alma, transportándome a tu universo plagado de suaves y delicados detalles que hacen que te ame día a día, siempre olvidado quien fui.
Deseoso de fundirme contigo eternamente como dos almas sin más ataduras que el amor.
La pasión lleva un nombre que es el tuyo.
No importa las palabras que utilice, ni cuantos versos escriba, te amo como el alma y todo me recuerda a ti.
Tu amor es mi oxigeno y paz.
Mis labios tienen tu sabor.
Mi piel tiene tu aroma.
Mi fuego te pertenece al igual que mi alma.
Tu amor me da la vida.
Te amo aunque no tenga valor para decírtelo más allá de unas simples palabras.
Eres mi universo y mi paz.