Revista Diario

Confesiones

Por Bergeronnette @martikasprez
He escrito y borrado este post incontables ocasiones desde la semana pasada. Tenía títulos como la loba, la herencia genética, o una parte de mis sombras.
Lo he escrito bajo forma de cuento, como un relato técnico, como un monólogo...
He pensado si era conveniente desvelar parte de los temores de antaño y que me acompañan aún, o mantener el blog de las Genovevas como su futuro regalo.
Pero ha llegado un momento que he pensado que parte de la historia de esta loba deben conocerla ellas, ya que también forma parte de su vida.
La loba, o mi sombra no es otra que la endometriosis. Dos operaciones. Una de urgencia. Otra programada. Revisiones ginecológicas anuales. Y temor cuando hay dolor.
La parte de cuento es la que sigue...
Tengo una amiga, La Loba que lleva conmigo unos cuantos años. Apareció sin avisar, en Zaragoza, y nadie pensó que pudiera ser ella. Hasta años más tarde, cuando tres días después de haberme mudado a la Isla, se volvió a presentar. En malas horas, porque vino la tarde del cumpleaños de mi marinovio, y por aquel entonces, todavía vivía en casa con mi hermana y mi sobrina. Pero esa semana, mi hermana había ido a visitar a mis padres. Así que esa noche, mi marinovio me dejó en mi casa, con mi sobrina, y pasamos la noche, La loba, mi sobrina y yo.
La noche se hizo día, y la amiga de mi hermana, enfermera, vino preocupada, tras la llamada de la sobrina. "Será apendicitis, pero... No estoy segura. Vamos al hospital." Rozando la medianoche, abrieron y vieron instalada a La Loba dentro de mi.
Confesiones Tras esa operación me explicaron qué era la endometriosis, y también que, como era joven, no habían querido quitarme nada, para tener la oportunidad de tener hijos. La loba es mi enfermedad crónica. La que hace que al primer pinchazo extraño, me asuste. La que hace mover todos los hilos para ver al ginecólogo. La que provoca que me desangre un mes sí y otro también, más de lo normal. La loba me alertó de la posibilidad de no tener hijos -error-, de dolor -error-, hasta de no llegar al día después -error- pero dejó marca en mi: dos cicatrices que me recuerdan lo importante que es la salud.
La semana pasada, un dolor agudo volvió a aparecer. El mismo que había sentido en aquellas ocasiones. Y tras una primera revisión, me tranquilizaron y me derivaron a estudio en gineología patológica.
Dos dudas surgieron entonces. La primera, este será el punto de no retorno, el punto en que no pueda  tener más hijos. Y la segunda, teniendo que tomar anticonceptivos orales, la lactancia de la petite se tenía que acabar.
No tiene porqué. Además tengo al padre de las Genovevas, casi convencido de un tercero o tercera. Y aunque dijera que "Tenemos dos hijas estupendas, buenas y sanas, ¿para qué más?", sabe que soy cabezota.
No es un sí, pero tampoco es un no. Y 2015 es un buen año para pedirle a la cigüeña que nos venga a visitar. http://diariodealgoespecial.blogspot.com/feeds/posts/default?alt=rss

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossiers Paperblog