Revista Opinión

Confesiones de un abuelo del siglo

Publicado el 27 mayo 2012 por Romanas

JOSE LOPEZ PALAZON [email protected] Perfil de Blogger  

 Mis hijos y mi mujer no comprenden cómo ni por qué paso tantas horas delante de este maldito chisme y yo no sé muy bien por qué no trato siquiera de convencerlos de que todo lo que hago ahora y aquí es precisamente aquello en lo que reside ahora toda mi vida.
 Es más, mi hija Cristina, Doctora en Informática, profesora de la Universidad de Extremadura y Vicedecana de su Facultad, sostiene, ante los otros miembros de mi familia, que yo ya no soy otra cosa que una especie de drogadicto que se halla de tal manera enganchado a esta droga que ya no podría vivir un sólo momento sin ella.
 No sé, a lo peor estoy tan cerca del bosque que los primeros árboles del mismo me impiden verlo en toda su maravillosa extensión. Pero a mí me parece que he perdido esos larguísimos 80 años de mi vida, luchando ciegamente por esto mismo por lo que creo y lucho ahora, pero de una manera deslavazada y caótica y que sólo es ahora, precisamente, cuando estoy haciendo lo que debo: 1º) estudiar, por ejemplo, como ahora mismo lo hago, La Teoría crítica de la Sociedad de Habermas, del profesor Enrique M. Ureña, que subtitula La crisis de la sociedad industrializada, a fin de intentar comprender qué es lo que ha fallado en la teoría y la práctica del marxismo, para que la humanidad se encuentre ahora ante una crisis que la puede mandar al puñetero infierno de una vez; y 2º) intentar aplicar lo que he estudiado a los acontecimientos políticos diarios, para comprenderlos y asimilarlos, desde el punto de vista de una teoría y prácticas marxistas.
 Es lo que hago todos los días, no sólo porque me guste, sino porque creo que es lo que debo de hacer, profundizar hasta lo posible en mis ideas sobre la vida, para aplicarlas, después, a nuestra realidad cotidiana, intentando informarla de la mejor manera posible, para así quizá trasladarla a otros que piensan y se preocupan por lo mismo que yo.
 Y, hasta hace muy poco, creía, estaba convencido de que mi tarea, que tanto esfuerzo me cuesta, era absolutamente inútil, que nadie o casi nadie me leía y que los que lo hacían no se interesaban por el enorme esfuerzo que estaba realizando un viejo que se encuentra mucho más allá que aquí y, de pronto, descubro gozosamente que tenía razón el puñetero Rilke cuando escribía aquello de que toda existencia se realiza, que cada vida tiene su secreto, porque han comenzado a aparecer por mis blogs gente que dice esto:
 "Adrián Massanet En mayo 26, 2012 a las 10:39 amEnlace permanente | Responder | Editar Creo que la verdadera amistad tiene bastante más que ver con comprender que con cualquier otra cosa. También creo que a pocos escritores he leído tan furibundos contra uno mismo, tan lúcidos, y tan desesperadamente descarnados como a usted. Por último creo fervientemente, incluso más que las otras dos afirmaciones anteriores, que el hecho de tener interlocutores inteligentes no tiene nada que ver con la suerte.
Hace un tiempo, se asombraba usted de que yo me asombrara porque, en un momento dado, a ambos nos dios por hablar y escribir sobre Clint Eastwood y las ramificaciones morales y éticas que supone su obra maestra ‘Sin perdón’. En realidad, tenía usted razón: no había ninguna razón para asombrarse. Poco tiempo después escribía yo en mi blog que las personas inteligentes y sensibles tienen de aislarse en su propia isla de la calma porque la realidad es demasiado insoportable, demasiado terrible. Hoy pienso que el verdadero mundo al que pertenecemos, sin necesidad de salir de nuestra isla interior, es al mundo intelectual que compartimos con nuestros iguales, con nuestros semejantes, con aquellos con a los que podemos entregar nuestras ideas más valiosas, muchas veces suponiendo un enfrentamiento o un debate, pero quizá precisamente por ello son más valiosas y más importantes de transmitir a nuestros amigos.
No existe mayor muestra de respeto que el que se profesan dos samuráis que están a punto de matarse el uno al otro. Porque ambos son iguales, y porque en el fragor del combate se conocen, quizá, como nadie les conoció jamás.
En este encanallado país, en el que (lo cito como ejemplo personal) atacar una película con argumentos te puede ayudar a contraer enemigos de por vida; en esta mierda de país, en el que el fanatismo ha agusanado las mentes hasta un punto quizá irremediable para las próximas diez generaciones; en esta vergüenza que es mirarse al espejo y ser español porque sabemos de sobra que no hay un Cid ya que pueda salvarnos de nuestra miseria moral, es necesario y es increíblemente estimulante que existan blogs como el suyo, JL. Un abrazo fuerte, y a seguir luchando".
  "Patrick Bateman dijo...
Hace un par de meses que leo esta página.La descubrí,gracias a los links de Futbolín,con el que coincido en el blog de Carlos.
Y he de decir que en este tiempo esta página ha sido de lectura imprescindible,porque aparte de compartir la gran parte de las ideas,se siente que el autor se deja el alma en querer transmitirlas.
Estoy seguro,que como yo,hay gente para usted desconocida,que valora el esfuerzo que supone plasmar lo que uno piensa sin tapujos,cuando además no nos encontramos bien de salud o ánimos.
Deseo de corazón que esté mucho tiempo dando guerra y diciendo lo que dice,pensando lo que piensa y dando lecciones de valores y princupios a mi humilde parecer.
Este acto de hoy de pedir perdón,le honra aún más como persona y me ha decidido a postear estas palabras de agradecimiento y apoyo a su forma de entender la vida,que ya digo,que estoy seguro que muchos,en gran parte,compartimos.
Un abrazo y un saludo desde Asturias.
26 de mayo de 2012 21:37".
 Seguramente soy un  gilipollas, además de viejo, pero estos 2 generosos amigos han motivado con sus posts que yo me sienta suficientemente justificado y estimulado para seguir trabajando todos los días.

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