Esta sencilla palabra engloba todo un mundo.
Y según en RAE
1. f. Esperanza firme que se tiene de alguien o algo.
Es o para mi me es básica, no sólo a nivel personal sino también a nivel profesional.
Es de vital o me es de vital importancia el poder confiar en los compañeros (Agentes y otros colectivos, en la jefa), sin confianza mal estaríamos.
NO es una cuestión de creer o no creer, sino que se gana y se pierde según nos comportemos, según actuamos en esto la experiencia es importante.
Podría comentar que la confianza es relativa o se puede diferenciar en diferentes niveles, por ejemplo uno puede confiar en la capacitación profesional y no en la personal, o bien se confía en que se sepa hacer tal cosa pero se sabe que tal otra no, o se puede confiar en que se actúe en tal situación y no en tal otra.
Con esto quiero decir que el nivel o niveles de confianza son muchos y de diferente importancia.
Esto tiene un reflejo directo en nuestro puesto de trabajo y en nuestra labor de Agente Medioambiental y por lo tanto de Agente de la Autoridad, tanto en nuestra actuación como en nuestros informes o denuncias.
En disputada conversación en las jornadas discutíamos sobre si soy o somos unos pardillos en Alicante o no, si confiamos y por ello estamos vendidos o no con las relación a los ss.tt. por ejemplo por no exigir el registro de denuncias o de informes.
Me insistían en que no se debía confiar ya que me podía ver con el culo al aire (cierto), con la traición en caso de problemas, como la pérdida de informes, o denuncias o la toma de decisiones que no siempre estén avalados por escrito.
MI posición era menos tajante, a saber apostaba por la necesidad de confianza mutua entre profesionales, entre los agentes de campo con los ss.tt., con los técnicos,...
Parto de la necesidad de confiar unos en otros que para eso somos compañeros y funcionarios, (siempre con la memoria de que si te lo hacen una vez, no habrá una segunda), defendía que no puedo prejuzgar ni dudar de lo que me dice la jefa o cualquier técnico de los ss.tt., al igual que confío y doy por cierto lo que me dicen los agentes.
Y hasta la fecha no he tenido ni ocasión de verme traicionado, ni en el brete que haya sido comprometida esta confianza dada y entregada.
Si para cualquier actuación exigiera un palelito o un recibí, llevado al extremo (porque sino se confía no se confían en nada ni en nadie) supondría una parálisis importante en nuestras actuaciones que se regirían más por la seguridad de tener un papel firmado que por la palabra de otra persona y como buen agente sabemos que nuestra palabra da fe de los dicho, ¿porqué no confiar en el resto de funcionarios?.
Supondría que cada vez que recibo una petición o informe se me diera con acuse de recibo y lo mismo cuando doy instrucciones a los agentes o compañeros de ss.tt.
La confianza en cosa de las dos partes, y es verdad que cuando se pierde ya no se recupera. No se sabe la importancia de tenerla hasta que se pierde.
Desde mi posición personal no creo nada sano el desconfiar de todo y de todos. Ya se que hay gente que le encanta la suposición de que se nos escucha en los móviles, que si nos puede localizar si nos dieran gps en los vehículos,... creo que me sería muy cuesta arriba el tener que pensar que estoy rodeado de mala gente.
Me sería muy difícil trabajar con estas sospechas, prefiero a riesgo de que alguna vez me engañen que la gente con la que trabajo merece confianza, hasta que me demuestren lo contrario.
En consecuencia también exijo que se confíe de mis actuaciones y informaciones. En este país aunque poco a poco se va perdiendo la confianza en la palabra dada aún se mantiene como un valor importante en si misma, tanto como la firma o palabra escrita.
Por otra parte al igual que yo doy fe o cobertura a mis agentes, confío en la cobertura que tengo con la jefa y con los agentes.
Todo ello no quita que la confianza es de buena fe pero si uno se extralimita es su problema, si se abusa o se actúa incorrectamente o fuera de competencia es ya una problema y responsabilidad personal, que no cabe en el ámbito de la confianza.
Llevado en un caso práctico: un agente quiere hacer un servicio fuera del horario o cuadrante por necesidad o por dar un servicio, me llama, me lo comunica o me pide conformidad, si procede se lo doy (evidentemente si me lo piden es porque procede) en caso de tener un problema yo daría la cobertura a ese servicio (el agente confía en que yo le cubro si fuéramos cuadriculados sería imposible dar estos servicios). Lo mismo si yo realizo un servicio fuera de horario, acudo a una reunión,... en caso de problemas por ejemplo que me den un golpe al coche, mi jefa debería darme la cobertura que me avale.
Todo ello evidentemente por una causa justificada y relacionada con el servicio, esto creo es un valor más de nuestro curro, de poder dar soluciones y respuesta ante problemas o necesidades en ocasiones fuera del estricto cuadrante, esto en las zonas interiores donde el Agente es Agente todo el día es aún más frecuente y necesario.
Si no preguntarle a los agentes que viven en localidades pequeñas de interior si cuando acaban su horario no les llaman o atienden a los vecinos, y en muchas ocasiones incluso en sus viviendas.