Revista Tecnología
Aquéllas personas que tengan un amante, o si son ustedes espías están de enhorabuena. Porque una de las últimas tecnologías más cañeras, es un servicio de mensajería quedestruye los mensajes, una vez estos hayan sido leídos. De este modo, si tienen miedo de que sus palabras y confidencias caigan en manos peligrosas, ya pueden quedarse tranquilos. Y es que por veloz que sea la persona en cuestión, le será imposible leer nada, pues apenas son cinco segundos los que tarda en producirse la destrucción del mensaje. Se trata de Confide. Viene a mejorar a su antecesor, Snapchat.
Tengo que hacer una confesión, y seguro que a más de uno de ustedes, esto le ha sucedido también alguna vez. Y es que por error, envié un mensaje a una persona que no era la destinataria inicial a quien pensé enviarle mis confesiones. Pueden imaginarse el mal rato que pasé. Imaginación al poder para inventar excusas que justificasen semejantes palabras, antes que admitir que me había equivocado.
Conversaciones secretas
Pero ya, que uno es perro viejo y va almacenando sabiduría en su interior, hay otros usuarios que han sufrido el temido espionaje de sus mensajes. Ya sea una pareja celosa, unos hijos curiosos, unos compañeros trepa, un jefe controlador, o un amigo cotilla, a partir de ahora podemos quedar vacunados frente a ellos, porque contamos con un servicio de mensajería secreta anti espías.
Confide es un servicio de mensajería instantánea, como su propio nombre indica confidencial. Lo bueno de él es que, una vez leído, se borra, a diferencias de otros servicios de mensajería donde nuestras conversaciones quedan almacenadas. Y además, por si las moscas, tampoco permite realizar capturas de pantalla.
Pero el mensaje queda a prueba de curiosos con todavía más refuerzos. Y es que las palabras son ocultas, y para leerlas, hay que deslizar el dedo sobre una determinada zona. En resumen, que tu interlocutor y tú os comunicáis poco menos que en un idioma secreto, e invisible para terceros.
Para evitar malas intenciones, sus creadores apuntan a que se trata de una herramienta valiosa, por ejemplo, para periodistas, que deben guardar laconfidencialidad de sus fuentes. Sin embargo, cualquiera que eche a volar la imaginación.