Cuando uno hace una afirmación aparentemente algo arriesgada, es muy agradable que tal afirmación resulte confirmada. La semana pasada dije que el mundo está loco, loco, loco, loco, y esta semana un montón de gobiernos de Suramérica y Europa han tenido la inmensa amabilidad de confirmarlo con el lio de un avión y un señor que no iba en él.
Por lo que han informado varios periódicos, todo el lio empezó cuando el avión de Evo Morales se desvió de su plan de vuelo y aterrizó en Viena por culpa de un mal funcionamiento de los indicadores de combustible de los tanques. Una razón más que suficiente para efectuar una parada técnica que en circunstancias normales no habría retrasado su vuelo más allá de dos o tres horas, como mucho, pero cuando estaban en Viena revisando el avión y rehaciendo el plan de vuelo, los austriacos le negaron autorización para despegar, Francia e Italia le prohibieron sobrevolar su espacio aéreo, y en el caso de España, como no podía ser de otra manera, no está claro si también le negaron autorización para volar a Canarias.
No se sabe que habría ocurrido si el avión hubiese seguido su ruta sin problemas, y por esta razón y por las burradas que han llegado a soltar a consecuencia del incidente y si se tiene en cuenta que los países que más se han ofendido acostumbran a incumplir cuando y como les da la gana las normas escritas o implícitas de las relaciones internacionales, han dado una buena demostración de locura, todo y con tener bastante razón, que han desperdiciado por su actitud.
Lo de la Unión Estúpida acabará siendo una de las pocas verdades inamovibles vigentes. ¿Cómo se puede ser tan estúpido como para creerse a pies juntillas la información facilitada por unos señores que están demostrando cotidianamente que sus servicios de inteligencia tienen muy poco de este calificativo, y que meten la pata en la mayoría de sus intervenciones internacionales desde que su presidente Woodrow Wilson dio el impulso definitivo al intervencionismo USA en Iberoamérica y empezó a meter las narices en los asuntos de otros países física y mentalmente lejanos?. ¿Cómo se puede actuar basándose solo en dicha información sin ningún tipo de evidencia o comprobación, cuando caso de ser falsa no solo se crea un conflicto con terceros, además se hace un enorme ridículo?. Lo curioso del caso es que al parecer el avión no fue registrado ni en Viena ni en Canarias. ¿Qué pretendían, creían que reteniendo a Evo Morales alguien les indicaría cual era el asiento ocupado por Snowden?. Y por último, y teniendo en cuenta que se trataba de una escala técnica debido a un fallo de los sistemas del avión, ¿a nadie se le ocurrió utilizar la ocasión para no retenerlo más de lo que simplemente pudiese parecer algo excesivo, mientras alguien se encargaba de hacer las comprobaciones pertinentes?. Lo dicho, locos, locos, locos, locos.
En España también ha habido políticos amables que esta semana se han dignado confirmar lo de locos, locos, locos, locos. Siguiendo el claro proceso para acabar con el Estado de las Autonomías sin que parezca que están intentando acabar con el Estado de las Autonomías sin otra alternativa que regresar al centralismo puro y duro, el gobierno a través del Sr. Montoro ha anunciado que las autonomías que no paguen a sus proveedores a 30 días podrían recibir sanciones e incluso ser intervenidas. No es mala estrategia el soltar alguna burrada cuando se pretende enmascarar las verdaderas intenciones. ¿Cómo van a pagar a 30 días a sus proveedores las autonomías o cualquier organismo del Estado si los procedimientos son tan farragosos que ni disponiendo de todo el dinero del mundo y comprometiéndose a pagar al contado conseguirían hacerlo antes de 30 días?. Curiosamente los métodos innecesariamente complejos, incomprensibles y absurdos que son ya típicos de la Administración Pública española, ni se mencionan en su supuesta reforma.
Para no ser menos los señores de la oposición también han querido complacerme confirmando mi afirmación. Después del Consejo Territorial del PSOE en Granada, Rubalcaba y Pere Navarro han anunciado a bombo y platillo la propuesta definitiva de Estado Federal que hace su partido. Es curioso que después de los años que el socialismo español viene hablando del Estado Federal y de lo mucho que han discutido el asunto estos últimos meses, hagan una propuesta que puede ser federal o puede no serlo, y puede ser incluso una continuación del Estado de las Autonomías con una capa de pintura, porque en realidad se trata solo de una lista de consejos o recomendaciones que no obligan ni al propio PSOE, en resumen mucho humo, pero nada más. Lo dicho, de nuevo, locos, locos, locos, locos.