¿Las orejas se dan de si? ¡¡¡¡Noooooo!!!!
Aunque me parezco mucho, no soy yo (por las dudas)
Y tras esa pregunta, me asaltaron un montón de ideas más por las que de repente, es un hecho que ya no soy una jovenzuela:- Ya no me molesta que me llamen señora, incluso me puede llegar a molar.- Miro el tiempo casi todos los días, y me gusta hablar de ello, a pesar de que aquí casi siempre es igual.- Puedo dar fe de que la gravedad existe.- Me preocupa todo lo que como (aunque siga comiendo lo que me dé la gana).- Si me emborracho, o si tomo algo de alcohol, tengo resaca SIEMPRE. Y me refiero a resacas chungas, de las que duran el día entero o incluso varios días.
- Cada vez entiendo mejor a mi madre.- Nunca me gustó el dulce y ahora no hago ascos al chocolate.- No es justo seguir llamando “líneas de expresión” a lo que ya son arrugas como Dior manda.- Veo a los hombres más guapos (el listón ha bajado considerablemente).- Alejo un poco las cosas de los ojos para verlas bien.- Hay modas que no entiendo (llevar los calzones por fuera del pantalón, por ejemplo).- Puedo mirar horas el mar, y no hacer nada más (o la luna y las estrellas).- Ya no me levanto de mal humor.
- Me siento rebelde si me pongo unos vaqueros rotos (conste que este punto me cuesta reconocerlo).- Cada vez soy más nostálgica (no estoy segura que la nostalgia aparezca con la edad, o con el hecho de vivir fuera o con las dos cosas).- De repente, ha pasado un año más.- Un venazo espiritual me acompaña desde hace unos años. Veo amor y luz por todas partes.- Hay pelos que han dejado de salir por algunos sitios para empezar a salir en otros.- Mi sentido del ridículo casi se ha esfumado.
Así que, lo asumo; soy una señora con sus arrugas como Dior manda y con poco sentido del ridículo, preocupada por la meteorología y por lo que se lleva la boca. Que a veces pierde la noción del tiempo mirando al mar o tomando copas con sus amigas Valle y More; aunque luego muera de resaca, aunque luego muera de nostalgia.
Pero por Dios ¡dejemos a las orejas tranquilas!