El Germanisches Nacional Museum de Núremberg es un lugar que añade aun más atractivo a la bonita ciudad que fue un gran centro irradiador de ciencia y cultura durante el Renacimiento. Un museo tan inmenso y variado nos va a proporcionar muchas satisfacciones.
Nos fijamos ahora en una curiosa pintura de Georg Melchor Kraus, un artista menor que nos ha dejado un delicioso testimonio con este cuadro titulado Conflicto entre ciencia y matrimonio (circa1770).
Una joven esposa se enfrenta a su marido por tenerla abandonada con su dedicación a la matemática. Como resultado de tan violenta discusión los papeles con los cálculos geométricos aparecen tirados y rotos en el suelo. Kraus ha representado en una escena doméstica toda la ambición fáustica para dominar los secretos de la ciencia.
Las consecuencias indeseadas del hechizo por la ciencia tienen un buen ejemplo en la advertencia de Wolfang Bolyai a su hijo Janos para que abandonara su investigación sobre el quinto postulado de Euclides:
Por amor de Dios, te ruego que abandones. Témele mas que a las pasiones sensuales, porque el también ocupara todo tu tiempo, y te privara de la salud, de la paz mental, y de la felicidad en la vida.
El “mal” afecta por igual a hombres y mujeres como bien nos recuerda Voltaire con gracia en sus versos sobre su amada, la gran matemática Émilie de Chatelet:
Confieso que es tiránica. / Para hacerle la corte es necesario / hablarle de metafísica, / Cuando uno querría hablar de amor.
También Max Frish en su Don Juan o el amor a la geometría hace una bella parodia del mito donjuanesco utilizando situaciones de conflicto similar.