Hoy tenemos el placer de entrevistar a Pere Caparrós Peña, pedagogo especialista en reconstrucción de metas, prevención de conflictos y mediación educativa. En esta entrevista nos hablará de los principales conflictos escolares y la forma de resolverlos y prevenirlos, así como de las actitudes y estrategias que debemos promover en nuestros hijos para que sean capaces de lograr sus metas.
En base a tu experiencia, ¿cuáles son los conflictos más comunes en los centros escolares?
El marco escolar es un microcosmos específico pero a la vez un gran termómetro del estado de salud de la sociedad. Sintetizando, el mundo actual se ve reflejado en el contexto educativo, y a nadie se le escapa las problemáticas que nos envuelven.
De todas formas, el conflicto es necesario y natural ya que viene generado por intereses y necesidades. Acoso o bullying, maltrato, disputas físicas o de poder, envidias, frustraciones… Da igual: los conflictos se generan y se generarán… y se deben abordar como una oportunidad de cambio y de crecimiento. Las claves son como prevenirlos, como afrontarlos y como transformarlos en positivo.
Existen varias estrategias de resolución de conflictos. ¿Cuál crees que es más efectiva en el marco escolar?
La prevención. La primera premisa debe ser intentar minimizarlos y la pócima más reconocida es el clima de convivencia. Una vez subyacen, se conocen técnicas resolutivas como el diálogo, la negociación, la mediación entre iguales, el arbitraje o la resolución alternativa y creativa.
¿Qué recomendaciones darías a los padres para que puedan prevenir comportamientos conflictivos en sus hijos?
Hemos de entregar nuestra energía y nuestro tiempo desde la raíz ya que árbol torcido cuesta enderezar. Los primeros años de las personas marcarán muy mucho la forma de afrontar los hechos de nuestros hijos. La prevención se inicia desde el segundo cero y ya nunca desaparece, siempre es fundamental. La clave no es otra que ofrecer nuestro amor hacia ellos más allá del máximo posible, sin límite alguno. Niño amado, se convertirá en feliz, seguro y en extraordinario amante de la vida, a la vez que perfecto ser sociable, e inteligente ser capaz de relacionarse y resolver situaciones con éxito.
Una vez hemos descuidado las premisas claves para plantar un ser humano con garantías, e incluso cuando se ha hecho bien, toca el esfuerzo continuado que supone la educación y transmisión de valores y hábitos diarios. La máxima dedicación y entrega concentrada hacia que nuestros pequeños consigan la autonomía necesaria para afrontar los hechos con independencia de la dificultad que estos conlleven.
Pere, nos gustaría conocer tu filosofía sobre cómo alcanzar las metas que cada persona se propone. Sueles hablar de la actitud combativa pero, ¿en qué consiste exactamente esta actitud y por qué crees que es tan importante?
Como dueños de nuestros actos y amos de nuestra mente, es aconsejable optar por buscar metas alcanzables pero a poder ser ambiciosas. Es posible que las circunstancias frenen nuestras expectativas, ya que nunca mucho costó poco, pero si los objetivos son realistas su consecución nos dará la felicidad y tranquilidad espiritual para transmitir paz, seguridad y muestras de ser una persona y profesional con actitudes ejemplares.
La combatividad es un concepto que extrapolo del deporte y que he trasladado a todos los ámbitos. A mí me ha resultado. Consiste en marcarse como filosofía vital una constante actitud luchadora, donde no existen excusas ni grandes pausas, sino valga la metáfora cómo hacen los ciclistas cuando suben un gran puerto de montaña, aprietan los dientes y alcanzan la meta. Esa postura te da seguridad y fuerza para sentirse positivo y ahí radica su importancia.
¿Cómo pueden los padres promover esta actitud en sus hijos para que sean capaces de lograr sus metas?
La prescripción pasa por el sentido común unido al esfuerzo diario. Otras técnicas favorecedoras van a optimizar nuestras relaciones pero no existen soluciones mágicas sino pragmáticas y realistas. Hemos de formar y transmitir a nuestros hijos valores, normas y actitudes necesarios para sobrevivir y crecer cómo: la cultura del esfuerzo, la constancia, el abordaje de problemas, el positivismo, el diálogo, la convivencia o el crecimiento cultural.
El resto de la historia se irá escribiendo y la tarea es gestionarlo. Ayuda mucho la inteligencia pero sin descuidar los sentimientos.
Pere, muchas grácias por tu estupenda aportación y por tu labor diaria ayudando a muchos jóvenes a desarrollar su potencial y a lograr sus objetivos. ¡Un fuerte abrazo!
Pere Caparrós Peña, pedagogo especialista en reconstrucción de metas, prevención de conflictos y mediación educativa. Dinamizador social y laboral, se dedica a la formación de jóvenes en riesgo de exclusión social, a la formación en estrategias de resolución de conflictos, a la mediación escolar y a la orientación profesional. Además, colabora en diversas organizaciones sin ánimo de lucro y convierte su pasión por el básquet en una estrategia para el desarrollo integral de los jóvenes que lo practican.
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