Confrontación de ideas

La confrontación de ideas se ha usado desde hace muchos siglos como un modelo de discusión donde se pueda evaluar diferentes puntos de vista y se esté dispuesto a aprender, también se ha visto la confrontación de ideas en los debates políticos, donde los moderadores hacen preguntas difíciles para que la audiencia pueda elegir a su candidato preferido de acuerdo a la manera en que observa desenvolvimiento, valores, pensamientos, etc.

¿Qué es la confrontación de ideas?

Es un debate que se genera entre dos o más personas respecto a los diferentes puntos de vista que se pueden tener sobre un tema particular. Por ejemplo se puede estar analizando el tema de la pobreza y existen diferentes opiniones sobre sus causas, soluciones, cómo prevenirla, etc. Pero todo ese análisis debe servir para llegar a puntos de convergencia y así tomar acciones que ayuden a superar el problema.

¿Cuándo es oportuna la confrontación de ideas?

Es oportuna cuando las personas poseen una mente abierta y están dispuestas al diálogo, al igual que aprender nuevas cosas. Muchos debates han generado soluciones geniales ha diversas ideas, porque la experiencia, conocimiento y visión particular sirve de perfecto complemento para que un grupo que posea sinergia y desee resultados pueda tener avances hacia sus propósitos.

La confrontación de ideas se hace difícil cuando no existe respeto hacia los demás:

Aquellos que tienen la postura “yo soy el dueño de la verdad”, ¿cómo van a salirse de sus posturas?, ellos tienen su mente cerrada a algo nuevo. La confrontación de ideas es muy útil cuando existe respeto y tolerancia, al igual que un auténtico compromiso por alcanzar los objetivos.

La gente proactiva tiene su mente situada en encontrar la manera de alcanzar el objetivo, por eso no está sujeto a ningún convencionalismo, en esos casos la confrontación de ideas sí es positiva. Si se desea un cambio de vida, hay que renovar las ideas, tal y como se muestra en el siguiente vídeo:

Momentos inoportunos para la confrontación de ideas:

La gente debe desarrollar la sabiduría para detectar cuándo una persona le interesa algo y realmente quiere aprender. El refrán popular dice “quien tiene sed, busca el agua” y hay personas que pueden tener las respuestas en frente de sus narices, pero no son capaces de verlas, porque simplemente están anclados en las mismas posturas.

En los casos en que se observe que una persona desea continuar bajo los mismos criterios, lo mejor es dejarla, porque la confrontación de ideas tan solo se volverá una pérdida de tiempo y desgaste de la voluntad.

El tránsito por este mundo es corto y lo mejor es trabajar en metas que permitan un gran desarrollo personal, en el camino van a llegar las personas que estén con el interés, deseo y armonía con el estilo de vida que se construyó, es ahí cuando la confrontación de ideas sí llevará a cambios favorables para todos.