Salvando las distancias físicas, que no tienen nada que ver, la figura de Rodrigo Rato ha este vecino siempre le ha recordado lo que significó, en cuanto a personajes, el gran actor, ya fallecido, Fernando Rey. Siempre bien vestido, impecable en sus maneras, y confundido y confundiendo entre caballero y tirano. Sin nunca saber, si las personas que están a su lado son colegas de profesión, o simplemente peones de su partida contra el mundo.
Lo que a este vecino le extraña es la poca referencia que se hace en estas últimas horas, en el caso del Señor Rato, a esa salida, claramente por la puerta de atrás, del cargo de Director gerente del Fondo Monetario, y que se saldó con su dimisión el 19 de junio de 2007 “debido a motivos personales”. Y es que decir eso, es como cuando se dice de una persona que ha muerto porque ha dejado de respirar. Nunca se sabe si es el resultado o la causa.
Todo son motivos personales, lo que ocurre es que nunca se sabe si por motivos personales de él, o de personas que trabajaban con él, que presuntamente pudieran ver que el trigo no era tan limpio como se presuponía.
Lo que está más que claro, nítido, es que el Señor Rodrigo Rato con su apellido, todo ello presuntamente, ya va avisando lo que va a ocurrir, y no hace falta hacérselas de futurólogo; Don Rodrigo va a estar en la cárcel "por un espacio de tiempo, especialmente corto", lo que viene siendo, precisamente, “un rato”, el resto preparaciones de juicios, sentencias y apelaciones.
Es un personaje incómodo, porque sabe dónde está esa alfombra debajo de la cual se guarda, sino toda, gran parte de la porquería creada y acumulada en estos últimos años, y es más, sabe quién es, si lo hay, el propietario de la alfombra…
Y mientras, Don Rodrigo, nos seguirá mirando con un aire mitad de perdonarnos la vida, y la otra mitad como que nos está observando desde Canarias, por aquello de la hora de diferencia. Que quizás, simplemente, es la distancia que hay entre su estatus y el nuestro, o al menos eso es lo que pueda considerar él. Dedicado a Miguela
*FOTO: DE LA RED