En 10 minutos, Jimmy Kimmel se llevó dos ovaciones. El presentador salió al escenario con el público ya de pie, bailando Can’t stop the feeling, la canción de apertura, de Justin Timberlake. Y logró que los asistentes volvieran a levantarse por Meryl Streep, de la que aplaudió su sobrevalorada carrera, por citar a Donald Trump. Así comenzaron los premios Oscars.
El presidente de EE UU, por cierto, apareció con el previsto cuentagotas en el monólogo inicial de Kimmel, breve y correcto. El presidente de EE UU estuvo sobrevolando toda la gala. “Hay que darle las gracias a Trump”, sostuvo el presentador, la primera vez que le nombró. “¡El año pasado acusaron a los Oscar de racistas y ya no lo son!”, añadió. Porque, en el primer año del empresario xenófobo en la Casa Blanca, por primera vez hay un intérprete negro nominado en cada categoría actor.
También recordó que Trump llevaba horas de inactividad en Twitter y que seguramente comentaría la gala online en cuanto tuviera “algún problema intestinal”. Al final Kimmel optó por no esperar: le preguntó directamente al presidente, a través de la misma red social, si estaba despierto. Antes, el presentador había pedido que los periodistas de “CNN, The New York Times y cualquier otro medio que lleve Times en el nombre” abandonaran la sala: “No toleramos las noticias falsas”.
El musical “La La Land”, con seis estatuillas, fue la cinta con el mayor número de premios en la 89 edición de los galardones de la Academia de Hollywood, aunque el Óscar más importante de la noche, el de mejor película fue para “Moonlight”.
Un Óscar que en un primer momento se anunció para “La La Land”, pero cuando todo el equipo estaba en el escenario para recogerlo, se descubrió que había sido un error y que, en realidad, el premio para mejor película era, en realidad, para “Moonlight”.
Cuando se creía que la estatuilla pertenecía al musical “La La Land”, de Damien Chazelle, quien además resultó ganador del Oscar al mejor director, de repente ocurrió lo inesperado justo después que el reparto de la cinta subiera al escenario a recibir el premio e incluso pronunciara su discurso de aceptación.
Fue así, de manera repentina y dejando al público boquiabierto, que se aclaró minutos después de que Warren Beatty anunciara que el Oscar a la Mejor Película era para “La La Land”, que la ganadora del premio máximo es “Moonlight”, de Barry Jenkins.
Resulta que, Beatty, según él mismo explicó leyó en el sobre el nombre de Emma Stone, protagonista de “La La Land”, quien se llevó a casa la estatuilla dorada por alzarse como mejor actriz. Entonces el presentador de la categoría de Mejor Película mostró el contenido del sobre a su compañera quien entregó el Oscar en manos equivocadas.
Warren Beatty leyó una tarjeta en la que se daba el premio principal al film de Chazelle, que ha conquistado seis oscars, incluido mejor director, mejor actriz (Emma Stone) y los premios musicales. Casey Afleck ha sido galardonado como mejor actor
Luego de ser aclarado el malentendido, los verdaderos ganadores tomaron el escenario a recibir el merecido Oscar, pero no si antes haber vivido un momento de incertidumbre.
Con información de EFE, Diario Las Américas y El País.
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