Con el fin de año esperábamos los españoles una entrada triunfal en el 2014, pero nos hemos quedado desairados. La primera noticia que nos ofreció el Gobierno fue un salario mínimo interprofesional congelado, de manera que lo que nos prometieron para el año 2014 se ha quedado en aguas de borrajas. El último Consejo de ministros nos anuncia que “la cuantía retributiva que percibirá el trabajador español, sin distinción de sexo, queda congelada y será la misma que la de los dos años últimos: 645 € mensuales”.
No hemos tenido tiempo ni siquiera de estornudar para encajar la sorpresa, pues nos hemos quedado congelados. Los únicos que han reaccionado han sido los del PSC (Partido Socialista Canario), que alertó inmediatamente del daño que la congelación del salario significa para las Islas, una de las comunidades con los salarios más bajos. El secretario de Organización del PSC, Julio Cruz, ha afirmado que el salario mínimo interprofesional es la garantía fundamental para la economía del trabajador, por lo que ha reprochado al Gobierno de Rajoy que obligue a las rentas más bajas cargar con el peso de la crisis.
Si echamos un vistazo al sistema monetario interprofesional francés -país más cercano al nuestro-. el salario español es menor que la mitad del salario interprofesional del país vecino. Un español trabajando en Francia ganará más del doble de lo que ganaría en España, 1425 euros, Estas desigualdades son chirriantes, porque no esclarecen en ningún sentido que estemos consiguiendo mejorar la situación de los trabajadores españoles, ni siquiera que se estén acercando a los de los trabajadores de la UE.
El dato tiene un significado más peyorativo aún, si nos preguntamos: “¿Cuál es el límite del salario máximo interprofesional? Es decir: ¿Cuál es el máximo de un trabajador por cuenta ajena, de un representante político, de un miembro del Gobierno, de un inversor, de un ejecutivo empresarial, de un financiero o de un empresario? ¿Existe algún límite?
Así las cosas, las esperanzas que el Gobierno del PP anuncia para el año 2014, se evaporan en el aire por sí mismas, ya que los trabajadores acusarán que la tarifa eléctrica, algunos transportes y las autopistas de peaje subirán, mientras que el recibo del gas natural y las tasas de Correos se mantendrán. Con lo cual, al trabajador normal no le salen las cuentas, pues es imposible llegar a final de mes con el mismo salario interprofesional que en el 2013. Estamos donde estábamos, por más que nos prometieron que los horizontes serían otros.
JUAN LEIVA
Revista Opinión
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