Hace unos días entré en Lidl acordándome de Luz (A la búsqueda de cosas bonitas). Ella siempre encuentra cosas monísimas en el bazar del supermercado. Y quieras que no, cargar el carro con leche, lavavajillas, alguna chocolatina y una monería de 9 euros, te alegra la compra.
Ya en casa, con la leche en la despensa, el lavavajillas en el fregadero y la chocolatina en la panza, decidí transformar lo que me había traído en mi compra al estilo Luz. Porque las cosas como son, no te compras una casita de madera guardallaves para dejarla en su color pino natural original, con cajón verde. Te compras la casita para guardar de todo menos llaves y sobre todo para pasar una tarde entretenida manchándote las manos de pintura.
Quizás fue el dibujo del panel del fondo, quizás los ganchitos, o la forma de casita lo que me inspiró para forrar el frente del cajón con tela de hexágonos, pintar la estructura con chalky foxtrot rosa, pegar el cartel "Sweet Home" que me regalaron mis amigas de "Cose y Charla", coser tres bolsitas con tela a juego o decorar un botecito de cristal. Y todo ello con un fin muy concreto.
En el cajón cabe perfectamente la herramienta para forrar botones de tela. Simple pero efectiva.
En cada bolsita guardo los botones para forrar clasificados por tamaños junto con la plantilla para cortar la tela.
Y en el botecito de cristal guardo algunos botones ya forrados.
El cartel es la guinda que además, junto con la pintura a la tiza, da unidad a la segunda parte de este conjunto.
Fue en esta ocasión María José (Madejas de colores) quien me propuso decorar la última caja de fresas que había pintado. Su idea era hacer algo usando la técnica que ella tan bien domina: el punto de cruz. Así que me pasó algunos gráficos sencillos que no me ocuparan mucho tiempo.
Tras barajar varias ideas nos decantamos por la palabra COSTURA adornada por algunos complementos. Si bien no me quedó tal como yo lo tenía en mente y tuve que hacer algunas modificaciones respecto a lo que junto con María José planeamos, estoy contenta con el resultado. Su uso concreto aún no lo tiene adjudicado.
Quizás guardar ovillos, cintas decorativas, rotuladores para tela, madejas de colores o incluso botes de pintura, ¿por qué no?
Aunque quizás su fin simplemente sea darle una nueva vida a una caja de fresas que junto con una casita guardallaves que nunca guardará llaves forman un conjunto de segundas oportunidades, las que todos merecemos en la vida.
Pasad un magnífico fin de semana y muchas gracias por vuestra compañía.